El Madrid vuelve a estar en la final de la Supercopa, algo que se está convirtiendo en asiduo en la era Laso. Precisamente bajo las nociones tácticas del entrenador vitoriano llevan tres finales consecutivas y dos títulos. Un gran reto volver a revalidarlo con tantos cambios en la plantilla. Por ello, el míster quiso valorar a los suyos: "Felicitar a los chicos por la victoria. Si fuera fútbol, la primera parte para ellos y la segunda para nosotros. Nos han dominado al principio en ritmo e intensidad, pero aún así nos hemos agarrado al partido, la gente de banquillo nos ha ayudado a ello".

Un duelo en que los madridistas comenzaron un tanto fríos, pero las rotaciones de Laso fueron surtiendo efecto. Gran trabajo de la excelsa conexión entre Rudy y Llull, dos de los más destacados en el duelo. Destacar también el buen trabajo en la intendencia de Maciulis. Todo ello se materializó según avanzaban los minutos: "La segunda parte hemos mejorado. Ha sido un buen partido de los dos equipos, aunque a ambos nos queda por mejorar, pero en aspectos tangibles de estadística, el control de las pérdidas nos ha hecho conseguir esta victoria".

Adaptar al equipo a los numerosos cambios no es tarea fácil. Laso lo sabe y ya anuncia que la integración de los nuevos componentes será gradual, aunque la materia prima es lo importante: "Cuando llevas poco tiempo, es normal tener situaciones que luego durante la temporada no se ven tanto. Pero el mínimo de intensidad y esfuerzo se ha puesto. Nos ha ido costando pero la hemos ido poniendo y eso se ve en defensa y ahí hemos estado de menos a más y creo que es lo que nos ha dado la victoria final”.

Pese a que los taronja estaban más rodados durante la pretemporada, hasta siete hombres de la plantilla blanca se han incorporado en recientes fechas debido al Mundobasket, los de Laso se hicieron con la victoria. El coach sabe de las prisas y necesidades que conlleva su puesto, pero quiso mandar un mensaje de lógica: "Si tuviéramos una competición como la NBA no tendría prisa porque intentaría llegar muy bien a abril. Nosotros estamos jugando ya por un título y dentro de una semana empieza una liga muy competitiva, con la clasificación para la Copa del Rey en juego. Por eso, es difícil valorar el momento en el que el equipo debe estar bien".

El Madrid está en un nuevo proceso de transformación y Laso valora la actitud y pundonor de los suyos, pero la final es una prueba de fuego demasiado pronta para un ambicioso proyecto que sigue obsesionado con reconquistar la ansiada novena Copa de Europa.