El Top 16 regresa al Palacio para medir a dos de los equipos más grandes del continente europeo: Real Madrid y Panathinaikos. Los blancos lideran el grupo E de la Euroliga con tres victorias en los tres partidos que se han disputado. Por su parte, el conjunto heleno sólo ha sumado un triunfo hasta ahora, pero siempre es un equipo muy a tener en cuenta.

La defensa como principio fundamental

Al Real Madrid parece haberle sentado bien el 2015. Los blancos se mantienen invictos desde que empezara el año, consiguiendo una buena racha de victorias que han hecho olvidar los vaivenes de meses anteriores. Una de las claves para esta mejoría ha sido la defensa. El Madrid venía de encajar muchos puntos en el mes de diciembre, permitiendo ataques muy fluidos de sus rivales que  en multitud de ocasiones acababan con triples abiertos o rupturas por el centro de la zona. Sin embargo, los de Laso han apretado las tuercas y en el Top 16 reciben 7,5 puntos menos que en la primera fase (70,3), convirtiéndose en la segunda mejor defensa de la competición, categoría en la que manda el Olympiacos (62,3). Además, este gran nivel defensivo unido a una buena anotación (83,7 puntos por partido) permiten al equipo blanco dominar el basket-average general por delante de los otros dos invictos de este año, CSKA y Olympiacos: +40 del Madrid por el +37 de los helenos y el +21 de los rusos.

El Panathinaikos es siempre un rival complicado

Hablar del Panathinaikos supone referirse a uno de los equipos históricos de Europa. Con seis Euroligas en su haber, los griegos son uno de los equipos más laureados del continente. Sin embargo, el presente es duro para el PAO, que desde que lograra el título en 2011 no ha sido capaz de volver a la élite europea, sin lograr los éxitos de la década anterior y con problemas económicos que le han impedido firmar a las grandes estrellas que acostumbraba. En la presente temporada disputó una primera fase irregular, y ahora en el Top 16 sólo suma una victoria de tres posibles. Los problemas del Panathinaikos han llegado sobre todo a domicilio, ya que le está costando especialmente conseguir victorias lejos del O.A.K.A. El ilustre Dusko Ivanovic aterrizó este verano en Atenas con el objetivo de devolver a la Final Four a un Panathinaikos cuyas claves son la defensa y sobre todo el juego exterior. Diamantidis sigue siendo el líder indiscutible del equipo y cuando impone su ritmo de juego llegan los mejores minutos del conjunto griego. Junto a él, los norteamericanos Slaughter y Nelson, el joven Pappas y el versátil Giankovits forman un juego exterior muy peligroso, capaz de anotar por fuera y también rompiendo la zona con penetraciones. Por dentro llega la gran debilidad del Panathinaikos, que sólo cuenta con Esteban Batista como pívot puro. Gist y Fotsis le acompañan con buenos minutos, pero su juego se acerca más al de aleros altos con tendencia a salir de la pintura buscando el tiro de tres.

Palabra de Laso

El entrenador del Real Madrid, Pablo Laso, no se fía del Panathinaikos por mucho que sus números no sean los de temporadas anteriores: "Panathinaikos es un clásico de la Euroliga y tiene muy buenos jugadores. Es verdad que no han ganado fuera pero es que no es fácil hacerlo en la Euroliga". Respecto al estado físico de Jonas Maciulis (ex-Panathinaikos), el técnico madridista asegura que "es una situación de día a día y desde el primer momento sabíamos que no era una lesión grave pero había que tener cuidado". El lituano será duda hasta última hora. El míster vitoriano también se refirió a Jaycee Carroll, menos brillante que en otras temporadas: "Yo le veo bien. Cuando se levanta yo pienso que la va a meter. Pero es humano y también falla y me sorprende".

Jugadores a seguir

Marcus Slaughter ha recuperado la confianza de Pablo Laso gracias a grandes actuaciones en el último mes. El pívot californiano ha sido fundamental en la mejora defensiva del Real Madrid de los últimos partidos de Euroliga, única competición que puede disputar por los problemas con las fichas de extracomunitarios que tienen los blancos esta temporada al poseer una plantilla larga de trece jugadores.

James Gist es uno de los jugadores más espectaculares de la competición. El ala pívot del Panathinaikos aporta un buen número de rebotes ofensivos y tapones por partido gracias a sus condiciones físicas. Muy atlético, el americano posee un potente salto que le ayuda en esas facetas del juego. Gist es un jugador irregular que en sus grandes noches anota de mil maneras posibles (triples, puntos tras rebote ofensivo, pick and roll...), pero que también es capaz de desaparecer y perjudicar a su equipo en su peor versión, demasiado habitual. En cualquier caso es un jugador a tener en cuenta.