Gran duelo con sabor a clásico entre dos de los gallitos del Grupo E. Un Madrid líder e invicto recibía a un PAO de Atenas siempre competitivo y que presentaba una mezcla de jugadores veteranos, como el eterno capitán Diamantidis, junto a una guardia de fichajes. Con estas premisas comenzó un duelo de transiciones bastante lentas y agotando la posesión. Por los blancos rápidamente destacó Felipe Reyes, que tomó el liderazgo anotador de los suyos (6 puntos consecutivos). Los helenos respondían desde la larga distancia con los triples de Fotsis (exmadridista) y A.J. Slaughter (no confundir con su homónimo en el Madrid).

Los dos equipos seguían bailando un chotis en el marcador, aunque el cerúleo Dusko Ivanovic pidió tiempo para reajustar sus marcas. Los griegos no estaban acertados en los tiros, pero los merengues tampoco cerraban el rebote con contundencia y les estaban permitiendo segundas opciones. Ritmo lento, de juego trabado y con frecuentes personales que cortaban las jugadas. Comenzaban las primeras rotaciones. Por los helenos, salía a pista James Gist (ex de Unicaja) y un auténtico portento físico que no tardó en machacar un alley-oop. Gracias al triplazo sobre la bocina de un afilado Sergio Llull los blancos cerraron el primer parcial con ventaja (20-14).

El Madrid abre brecha

En el segundo cuarto, los blancos siguieron aumentando la ventaja con los puntos de un Rudy Fernández realmente brillante en varias facetas del juego. A los mandos de la nave entraba Sergio Rodríguez, y por dentro refrescaba la zona Bourousis. Pero el Panathinaikos contraatacaba, poniendo en juego al cañonero Janis Blums, que saludó el partido conectando desde la larga distancia. Buena noticia para los de Laso era la entrada de Jonas Maciulis. El alero lituano se lesionó dolorosamente en el hombro contra el Morabanc Andorra hace casi un mes y volvía a pista, aunque con una protección en la zona.

Gran defensa de manos largas del Madrid, que estaba ahogando en las marcas a los helenos y propiciaba muchos errores rivales (el PAO llegaba a siete pérdidas de balón). Con el misil exterior del Chacho, el Madrid alcanzaba la barrera psicológica de los diez puntos, y en esos guarismos se mantuvo hasta llegar al descanso. La canasta a tabla de Espartaco Reyes no valió por décimas y a vestuarios con 39-29. Una jugosa ventaja pero sin sentencia alguna. Muy igualados ambos conjuntos en rebotes (20-21) y en asistencias (11 por ambos bandos), pero algo más saneados los merengues en porcentajes de tiro y sobre todo pérdidas (sólo tres por las 10 de los helenos).

Reyes y Rudy imponen su ley

El partido se reanudó con intercambio de canastas y una temprana antideportiva de Batista a Reyes por protegerse lanzando el codo. Mucho protagonismo de los árbitros que seguido le pitaron una rigurosa técnica a Rudy por flopping (tirarse sin apenas existir contacto). A.J. Slaughter aprovechó las protestas para concatenar cinco puntos y acercar a los suyos.

Entre el ala-pívot cordobés y el escolta balear sumaron 10 puntos casi consecutivos, rompiendo la defensa estática de los helenos y aumentando la intensidad defensiva.

Laso pidió tiempo enajenado y gritó a los suyos: "En esta puta esquina están solos, por favor". Tras la reprimenda, el Madrid pareció salir de su ligera caraja y volvió a aumentar las diferencias con los puntos de refresco de Carroll y un omnipresente Rudy. El PAO era el primero en llegar al bonus de personales, lo que aprovechaba a la perfección un Reyes incisivo y voraz en la pintura.

Ello cortó la reacción de los griegos, profundamente castigados por la superioridad en las marcas de las grandes estrellas del Madrid. Sin embargo, los pupilos de Ivanovic no son de los que se marchan pronto de los partidos, y la canasta in extremis de Blums les permitió cerrar el tercer cuarto con 60-48. De nuevo, habían perdido el parcial, pero tampoco hincaban aún la rodilla.

Marea blanca

Paulatinamente, los helenos fueron bajando los brazos, en parte por el cansancio acumulado, pero también porque Sergio Rodríguez entraba de nuevo en pista para volver a incrementar el ritmo del encuentro. El genio canario propició buenas contras, alguna culminada con espectacular canasta como el mate acrobático de Marcus Slaughter. Los blancos comenzaban a ser una avalancha imparable. Ahora era el asesino mormón Carroll el que conectaba desde el perímetro y la ventaja llegaba a los 20 puntos cuando aún restaban seis minutos. Partido cerrado.

Los compases finales del partido no tuvieron ninguna historia. Todo sentenciado y algo de maquillaje por parte de los helenos. Gran triunfo del Madrid (83-65) que le permite alcanzar el 4-0 en el Grupo E del Top 16 y ratificar su liderato invicto ante un rival siempre peligroso. Los blancos han comenzado el 2015 con mucha fuerza y cuentan todos sus encuentros por victorias.

Protagonistas

Los mejores del partido fueron los dos grandes emblemas del equipo. Tanto Rudy Fernández (15 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, 2 robos, 22 de valoración) como Felipe Reyes (18 puntos, 9 rebotes, 6/9 en tiros de dos, 6/6 en libres, 22 de valoración) fueron una auténtica pesadilla para sus marcas. Los dos están en un momento de forma dulce y derrochan calidad y conocimiento de juego por los cuatro costados.

En segundo plano la eléctrica intervención de Sergio Rodríguez (10 puntos, 7 asistencias, 4 robos, 19 de valoración). Desde el banquillo cambió el ritmo del partido y le saltó las tuercas a sus defensores, demostrando además, que está muy rápido de manos en defensa. No olvidar tampoco a Sergio Llull (14 puntos, 3 asistencias, 4/7 en triples). El Aeroplano de Mahón está en modo torreta y fríe a los rivales desde la larga distancia con facilidad pasmosa.

Por un claramente superado Panathinaikos destacar el trabajo incansable de su pívot Esteban Batista (15 puntos, 9 rebotes, 20 de valoración), que se partió la cara en la zona demostrando que es un guerrero con pundonor. En segundo plano el tirador A.J. Slaughter (12 puntos, 7 rebotes, 3/5 en triples) y el siempre competitivo Antonis Fotsis (9 puntos, 8 rebotes), luchadores pero faltos de liderazgo.

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