El idilio del Real Madrid con la Copa del Rey viene de largo. Los blancos son el equipo que más Copas han ganado en la historia de la competición con 24 trofeos. Clifford Luyk, Wayne Brabender, Juan Antonio Corbalán, Fernando Martín, Drazen Petrovic y Arvydas Sabonis son algunos de los madridistas que escribieron su nombre en la historia de la Copa.

Clifford Luyk, el verdadero rey de copas

El norteamericano es junto con el barcelonista “Epi” el jugador que más Copas ha conseguido ganar en la historia del torneo, con 10. Entre la temporada 1969-1970 y la temporada 1976-1977, el pívot madridista consiguió 7 seguidas, siendo el auténtico dominador en casi todas las conquistas.

Clifford Luyk dominó las zonas españolas durante años, demostrando que ser pívot era mucho más que rebotear y salir al contraataque. Sus ganchos, su agresividad, su tiro y su carácter maravillaron a la afición blanca durante 15 años. Es una leyenda y será complicado que algún jugador pueda igualar sus 10 Copas.

Wayne Brabender, el máximo anotador de las finales de Copa

El mítico escolta del Real Madrid es el máximo anotador absoluto de la historia de las finales de la competición copera, con 262 puntos, 10 más que el también madridista Clifford Luyk. El norteamericano es una de las grandes leyendas de la Copa y está en el Top 5 en prácticamente todos los récords de esta competición.

Brabender ha sido uno de los mejores extranjeros en pasar por el baloncesto español a lo largo de la historia. Un escolta anotador, un tirador puro de esos que marcan una época, ese fue Wayne Brabender. Con 7 Copas del Rey ganadas y 11 finales es uno de los jugadores más míticos de la competición.

Juan Antonio Corbalán, el director de orquesta perfecto

Al mencionar a Corbalán se habla de uno de los mejores bases de la historia del baloncesto español. Dominó el baloncesto español desde su puesto durante la década de los 70 y alzó un total de 7 Copas del Rey.

Es uno de los bases más completos que han jugado en la liga española. Base con una gran visión de juego, buen dominador de los partidos y con capacidad para anotar si la ocasión así lo requería. Fue y sigue siendo toda una institución en el Real Madrid y formó parte de una de las mejores generaciones de la historia del club blanco.

Fernando Martín, un mito que también brilló en la copa

El primer español en debutar en la NBA consiguió dejar su huella en la historia del Real Madrid antes de marcharse a jugar a la mejor liga del mundo. El madrileño consiguió entre otros muchos logros 3 copas del Rey con el Madrid.

Fernando Martín le dio al Real Madrid hasta la última gota de su sudor. Luchador, competitivo y agresivo como ningún otro, el 10 madridista ha sido uno de los mejores jugadores españoles de la historia del baloncesto y es sin duda una de las leyendas de la Copa del Rey.

Drazen Petrovic, el genio de Sibenik fue el líder en la Copa del 89

El croata está considerado como uno de los mejores jugadores de la historia de Europa, para muchos el mejor. Petrovic solo jugó un año en el Real Madrid, fue la temporada 1988-1989, pero le dio tiempo a liderar a los blancos en la Copa del Rey para terminar venciendo al Barcelona en la final.

Drazen fue una bestia en la cancha, un jugador sin miedo, capaz de liderar él solo a su equipo y llevarlo a la victoria final. Anotador compulsivo, rápido y con un gran manejo de balón, pero sobre todo era un tirado puro, el mismísimo Reggie Miller admitió que fue el mejor que ha podido ver en su carrera. En Madrid solo disfrutaron de él una temporada, pero para muchos fue más que suficiente para enamorarse de este genio.

Sabonis, el zar que consiguió la única Copa en casi 20 años

Arvydas Sabonis aterrizó en Madrid en 1992 tras recuperar sensaciones en Valadolid durante tres años. Las lesiones no le permitieron ser uno de los más grandes de la historia del baloncesto. Aún así, se le recuerda como uno de los pívots más dominantes del panorama europeo y mundial. Con el Real Madrid fue el líder y el mejor jugador de la Copa de 1993.

Con 2,20 metros de altura y un talento fuera de lo común, dominó el juego desde el poste durante toda su carrera. Es uno de los jugadores más completos en la historia de este deporte sin lugar a duda: reboteaba, intimidaba, machacaba… pero sobre todo dirigía. Era un pívot con la clase de un base. Es una de las grandes leyendas del baloncesto mundial y forma parte del Hall of Fame.