El Madrid buscaba prolongar su magnífica racha de resultados de vuelta a la competición doméstica. En frente un Baloncesto Sevilla que lo está pasando mal y lucha por no descender en el competido tren bajo de la tabla. Partido para las rotaciones y los descansos obligados. K.C. Rivers causaba baja por una elongación en el bíceps femoral, y Sergio Rodríguez tampoco disputaba minutos, con el partido de Euroliga contra el Panathinaikos en mente.

Desde el inicio los merengues se hicieron con el tempo del encuentro. Buenos minutos iniciales de Rudy Fernández y de Andrés Nocioni, que era de los pocos que veía aro desde el perímetro y concatenó dos triples casi consecutivos. Por los andaluces respondían sus jóvenes talentos del juego interior, tanto el espigado Porzingis, como el cedido Willy Hernangómez demostraban sus buenos movimientos en la pintura. El primer parcial culminó con 24-16.

Manteniendo la ventaja

Continuaban las buenas sensaciones en el Madrid. Primeras rotaciones y entraban en pista Campazzo, Carroll y Mejri. La torre tunecina ha visto languidecer su papel en el equipo, en Europa suele ser el descarte, pero en la Liga Endesa Laso intenta darle minutos para que no pierda totalmente la confianza, la temporada es aún muy larga y se necesita tener a los 13 miembros de la plantilla activos. Algún punto metió el pívot, aunque en general la anotación estaba muy repartida. Buenos minutos de Rudy (también ayudando a subir el balón y repartir el juego), y Llull que se cambió a su faceta de falso escolta para entrar con velocidad en la zona.

Luis Casimiro tenía que pedir tiempo muerto, puesto que la ventaja madridista ya superaba la barrera de los 10 puntos, y además sus pupilos se estaban cargando de faltas y eran los primeros en llegar al bonus. El veterano de mil batallas Berni Rodríguez ayudaba mucho en defensa, robando algún balón e impidiendo que los suyos se fueran del partido definitivamente, pero la cosa pintaba mal y un superior Madrid se fue al descanso ganando de +12 (42-30).

¿Partido fácil?

Tras la reanudación se mantuvo el ritmo medio del encuentro. Los merengues parecían tener el toro cogido por los cuernos y seguían rotando jugadores (hasta que todos sus hombres convocados salieron a pista), repartiendo esfuerzos. Por los sevillanos Porzingis era ya el máximo anotador. Empezaba a entrar en escena el eterno capitán Felipe Reyes, su actuación fue de menos a más y terminó erupcionando y salvando a los suyos. Este tercer parcial también lo dominaron los blancos (25-19) por lo que todo presagiaba un plácido final de partido, pero las cosas cambiaron y mucho.

Reyes al rescate

Quizá atacados por la relajación, quizá por el cansancio acumulado de tantos partidos seguidos, pero lo cierto es que el Madrid bajó tremendamente la intensidad. Esto fue perfectamente aprovechado por un hambriento Sevilla que olió la sangre e impuso un parcial demoledor, que llegó a ser de 3-16, poniéndose a tan sólo cinco puntos. Ojiplático por la indolencia de sus pupilos Laso pidió hasta dos tiempos casi consecutivos. Las reprimendas eran terribles, pero los andaluces seguían sumando. Ahora les entraba todo: Radisevic y Balvin metieron casi todos sus puntos seguidos. Y al rescate llegó el sempiterno Felipe Reyes. Espartaco estuvo superlativo, robó una cantidad ingente de balones, se partió la cara entrando en la pintura, forzó infinidad de faltas y las convirtió desde los libres. Un auténtico partidazo del capitán que permitió al Madrid vencer por 87-81, en un final mucho más apretado de lo que se esperaba.

Protagonistas

Sin ninguna duda el hombre del partido fue un inmenso Felipe Reyes (20 puntos, 7 rebotes, 6 robos, 10 faltas recibidas, 31 de valoración). Cuando más lo necesitaba su equipo, Espartaco sacó su eterna casta y tiró del carro. Entraba en la zona percutiendo y luego culminando con buenos porcentajes de tiro (4/8 en tiros de dos, 12/17 en libres). A sus recién cumplidos 35 años el pívot cordobés está absolutamente pletórico. Buen partido también de Rudy Fernández (18 puntos, 5 asistencias, 5 faltas recibidas, 24 de valoración), otro que cuando hay que dar el tirón es el primero en la línea de fuego.

En segundo plano, nombrar la actuación de Sergio Llull (11 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias), que comenzó muy enchufado, pero luego bajó un tanto la intensidad, quizá por el elevado números de partido que está jugando y porque hoy faltaba el recambio del Chacho. Por último Jaycee Carroll (12 puntos), que en los últimos partidos está saliendo desde el banquillo para hacer lo que se le pide: anotar con solvencia.

Por un Baloncesto Sevilla muy aguerrido y que casi da la sorpresa en los compases finales destacar al ala-pívot letón Kristaps Porzingis (17 puntos, 8 rebotes, 16 de valoración), que pese a ser muy fino y esbelto comparado con otros hombres de juego interior, tiene unos muelles espectaculares en las piernas y le echa valor a los duelos. El veterano Berni Rodríguez (8 puntos, 7 asistencias, 4 robos) fue el que dio estabilidad y defensa a los suyos. Willy Hernángomez (10 puntos, 8 rebotes) y el gigante Ondrej Balvin (12 puntos, 8 rebotes) hicieron mucho daño en la pintura en el último cuarto.

Fotos del texto: Marca.com, ACB.com, lainformación.com, theflagrants.com