Partidazo el que se esperaba en el Barclaycard Center. Real Madrid y Maccabi se enfrentaban en la lucha por lograr el factor cancha que para la siguiente fase. Españoles e israelitas disputaron un muy buen partido de baloncesto dentro de las últimas jornadas del Top 16 de la Euroliga. Pero antes de disfrutar de baloncesto, el pabellón guardo un sentido minuto de silencio por la víctimas de la tragedia áerea en Los Alpes.

Los de Laso empezaron el partido muy metidos en defensa, conscientes de la importancia del partido para lograr el objetivo de esta fase. Pronto lograron distanciarse en el marcador en los primeros minutos, 11-4 en el minuto tres. Todo ello gracias a un extraordianario Gustavo Ayón.

Todos iban a una. Tanto público como jugadores sabían lo que habia en juego y no bajaron la intensidad en ningún momento. Prueba de ello fue el 27-13 con el concluyó el primer cuarto.

Pero el Maccabi demostró que no es un equipo cualquiera. Los isrealitas fueron ajustando la defensa en zona y con un juego muy fluido iban logrando recortar distancias en el luminoso hasta casi lograr igualarlo, 31-29. Pero los blancos lograron aguantar el arreón del actual campeón de europa y se fueron al descanso con una mínima ventaja, 46-40.

Tras el intermedio, el Real Madrid volvió a gobernar el partido en el ya famoso tercer cuarto. De la mano de unos acertados Carrol y Llull desde el perímetro, el marcador volvió a lucir una mayor ventaja a favor de los locales, 57-44, y con un Schortsianitis que con cuatro faltas se iba al banquillo. Además Felipe Reyes se pegaba como siempre en la pintura con los pívots israelítas y acabó recibiendo una estruendosa ovación por parte de su afición.

El encuentro finalizó con un último cuarto con el mismo grado de intensidad y lucha que en el resto del envite. Pero los madridistas lograron proteger su ventaja, ganar el partido 86-75 y lograr así el objetivo, el factor cancha de cara a los cuartos de final.

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