Corría el tercer cuarto del encuentro liguero que enfrentaba al CAi Zaragoza con los blancos, cuando al hacer una entrada a canasta en suspensión, el escolta balear notó una especie de tirón y rápidamente se llevó la mano a su espalda. Se tiró al suelo y fue explorado por los fisios del equipo en la propia cancha. El mallorquín abandonaba la misma poco tiempo después entre visibles signos de dolor, teniendo que apoyarse en un miembro del equipo técnico y bastante tieso.

Saltaban las alarmas en la Casa Blanca, puesto que esta es una zona muy sensible y punto débil de Rudy a lo largo de los años. No olvidar que se ha perdido una gran cantidad de partidos por este motivo, y ya se ha tenido que operar dos veces (en el 2009 cuando militaba en Portland y 2012 cuando lo hacía en Denver y dejó definitivamente la NBA).

Sin embargo, tras las primeras pruebas médicas con los doctores del Real Madrid parece que todo se queda en un susto y "sólo" sufre una fuerte contractura lumbar. Se le ha exigido total reposo y antiinflamatorios durante los próximos días, y aunque todavía no se conoce un tiempo estimado de recuperación parece claro que se va a perder los dos próximos partidos de los merengues (contra el Zalgiris en Euroliga y contra el Barcelona en Liga).

Por lo tanto Rudy permanecerá un tiempo en el dique seco, pero no tendrá que pasar por el quirófano y es de esperar que se reincorpore a la dinámica de grupo para el siguiente gran reto que tienen los de Laso: la eliminatoria de playoff de la Euroliga que abre las puertas de la ansiada Final Four de Madrid.