Segundo asalto en el Palacio entre blancos y turcos. En el primer duelo el Efes demostró que son un equipo peligroso y pueden dominar en fases del duelo. Conscientes de ello, los de Laso salieron muy concentrados y marcando la primera diferencia del partido gracias a un Rudy Fernández tremendamente enchufado. Sin embargo, los otomanos fueron remando la diferencia gracias a los puntos de su joven estrella Dario Saric. Los dos equipos se cargaban de faltas en la dura pomada defensiva y llegaban rápido al bonus de personales.

Otro tirón del Madrid fue propiciado por el clarividente Rudy, que llegaba a los dobles dígitos en la anotación de manera prematura y obligaba al tiempo muerto del vetusto Ivkovic. A escena entraba el cañonero Jaycee Carroll, que tras deslumbrar en el partido liguero contra el Barcelona pasó desapercibido en el primer partido de cuartos. Buena noticia para los madridistas que su primer tiro de campo fuera un enorme triple en carrera. Cedi Osman respondía también desde el perímetro y el primer parcial culminaba 22-16.

El Madrid se descompone

La ligera ventaja blanca se esfumó repentinamente con un parcial de 0-6 de los turcos. Pájara en las marcas defensivas que permitió fáciles posiciones de tiro para los rivales. Laso pidió un inmediato tiempo muerto y resituó a los suyos en las pista, dando entrada a Sergio Rodríguez y Jonas Maciulis. No terminaban de arrancar los merengues que se pasaron la friolera de cuatro minutos sin anotar un solo punto. El apagón general también se mostró en defensa, con los turcos entrando por la endeble zona del Madrid cual cuchillo en mantequilla. El parcial llegaba a un sonrojante 8-23 y otro tiempo de un desesperado Laso.

El Madrid había desaparecido del partido y el Efes se llevaba todos los rebotes tanto defensivos como ofensivos, en medio de una apatía general merengue inexplicable. Dentro de la terrible zozobra generalizada, llegaron al rescate los triples de Llull y Rivers, que redujeron un tanto la diferencia. Pese a ello, de nuevo los locales sufrían una desconexión inaceptable mientras Nenad Krstic les masacraba en la pintura. Al descanso se llegó con una desventaja significativa (37-45) que exigía mucha mejora y reacción.

Bailando en la cuerda floja

Tras la reanudación los blancos no secaban el grifo anotador del Efes, y los otomanos mantenían la ventaja en la barrera psicológica de los diez puntos. Pocas ideas ofensivas del Madrid que se jugaba excesivas jugabas individuales y desde el perímetro, pero sus cañoneros estaban ciegos desde la larga distancia y tampoco luchaban los rebotes. De hecho, los turcos estaba destrozando a los locales en los rebotes ofensivos, consiguiendo continuas segundas oportunidades de tiro.

Y en medio del caos despertaron los blancos. A base de pundonor y defender de una manera mucho más agresiva, consiguieron forzar dos pérdidas de balón consecutivas de los rivales. Rudy levantaba los brazos intentando calentar al numeroso público del Palacio. A ello se sumaba que el Efes ya estaba en bonus de faltas, por lo que a través de los tiros libres también se sumaban puntos acercando algo más al Madrid. Lo que parecía una debacle definitiva fue claramente matizada por los merengues. Con el inmenso triple de Llull desde el medio campo el frenético tercer cuarto terminó 63-66. Todo por decidir.

Milagro blanco

Terriblemente emotivo e intenso fue el último parcial. Los otomanos volvían a la pomada retomando sensaciones y alcanzando otra ventaja de +7 en el electrónico. Podían oler la sangre, y seguían haciendo un partido muy completo y valiente. Los de Ivkovic tenían al Madrid contra las cuerdas, y seguían llevándose los rebotes de manera sobrenatural, pero cuando todo parecía perdido apareció el triple del eterno Espartaco Reyes para darle la vuelta al marcador.

Totalmente resalcidos por su ejemplo, el Chacho materializó una contra con bandeja y falta antideportiva en contra. Todo ello obró el milagro de la remontada. Pero el Efes permaneció firme hasta el último instante, conectando un triple forzado e imposible de Osman cuando apenas restaban segundos. Finalmente, y tras un carrusel de tiros libres, este frenético y vibrante duelo culminó 90-85. Espectacular remontada de los blancos (llegaron a perder de 17 puntos), pero ponen el 2-0 en la serie.

Protagonistas

El mejor de los madridistas fue un excelso Sergio Llull (18 puntos, 3 rebotes, 12 asistencias, 2 robos, 4 faltas recibidas, 26 de valoración). El Aeroplano de Mahón se mostró intenso y clarividente, aportando puntos decisivos y repartiendo una cantidad alienígena de asistencias. Le secundaron Rudy Fernández (15 puntos, 7 asistencias, 8 faltas recibidas, 21 de valoración), otro crack que se parte la cara entrando en la zona y sabe dar juego de manera primorosa. Cierran los destacados K.C. Rivers (14 puntos, 2/3 en triples), Chacho (11 puntos) y Nocioni (10 puntos), que contribuyeron con músculo y calidad cuando se requería.

Por un Anadolu Efes realmente duro, y que puso al Madrid contra las cuerdas, destacar sobremanera el partidazo de Thomas Heurtel (16 puntos, 6 rebotes, 15 asistencias, 31 de valoración), junto a Nenad Krstic (23 puntos, 6 rebotes, 6 faltas recibidas, 7/10 en tiros de dos, 9/11 en libres, 29 de valoración),auténticas pesadillas para la defensa blanca que se mostraron demoledores. En segundo plano Cedi Osman (12 puntos, 4 rebotes), y Dario Saric (11 puntos, 9 rebotes).

Fotos del texto: VAVEL.com

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Sobre el autor
Carlos de la Rosa Llano
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED. Redactor jefe del Real Madrid de baloncesto en VAVEL, corrector y editor de la revista literaria El Mar de Tinta, experiencia previa en grandes empresas como Cadena SER y RNE. Doctorando especializado en Redacción periodística, Abogado, Master en Derecho Privado, miembro del ICAM y la Asociación de la Prensa de Madrid desde hace 10 años.