La gran final de la Liga Endesa entre un Madrid que llega pletórico después de ganar todos los títulos de la temporada y coronarse campeón de Europa después de 20 años, frente a un competitivo FC Barcelona y vigente campeón de la competición patria que lucha por no apuntarse un rosco este año. Magnífico ambiente en un abarrotado Palacio de los Deportes para saludar un encuentro frenético desde el comienzo, con los dos conjuntos midiéndose en cada una de las marcas. Transiciones rápidas y variedad en las canastas tanto exteriores como volcadas al juego interior. Ante Tomic se cargaba con su segunda personal de manera prematura gracias al gran trabajo de desgaste de Reyes y Ayón.

A los pocos minutos comenzaron a moverse ambos banquillos, demostrando que sendas plantillas son terriblemente amplias. Carroll y Nocioni refrescaban a los merengues, pero respondían los culés poniendo en cancha al gigante Tibor Pleiss y el imprebisible Hezonja. Continuo intercambo de canastas y alternancia en el marcador con los dos colosos bailando un chotis en el electrónico. El triple desde la frontal de Rudy abría una ligera ventaja de cinco puntos y el estratega Xavi Pascual pedía inmediato tiempo muerto. Pero los blancos seguían desatados, y el killer Andrés Nocioni conectó otro misil desde el 6.75 para ampliar la diferencia. Tras la canasta sobre la bocina de Hezonja el primer cuarto culminó 27-20.

Rudy da ventaja a los blancos

Seguía la tremenda intensidad en el duelo, enfrentamiento no sólo en lo puramente deportivo, sino también con un factor psicológico relevante. Los dos equipos buscaban la debilidad del rival y superarle en cada una de las marcas individuales. El espectacular tapón de Nocioni (uno más de su magnífica galería) ponía de pie al Palacio, pero respondía el eterno Juan Carlos Navarro conectando un triple. Encarnizada lucha en las zonas, con las posesiones al límite y defensa de manos largas, lo que generó muchas faltas y también algunas pérdidas de balón y penalizaciones por pasos.

Los blancos seguían manteniendo una escueta ventaja gracias a los puntos corales de su plantilla, pero los blaugrana permanecían al acecho, con Hezonja aportando puntos. Auténtica partida de ajedrez entre los dos técnicos, que movían sus numerosas piezas de manera frenética. Dentro de la dura batalla, ambos conjuntos llegaban al bonus de personales, con el consiguiente carrusel de tiros libres. Muy afilado Jaycee Carroll, que conectó hasta seis puntos consecutivos con mortales entradas a canasta. Los barcelonistas enseñaban los dientes, pero los blancos mantenían la ventaja gracias a un Rudy en estado de gracia, que seguía enchufando sin piedad. A vestuarios con 47-40.

Se mantiene el pulso

Tras la reanudación las pérdidas de balón y consiguientes faltas personales siguieron castigando a los culés. Rudy mantenía el modo francotirador, pero las transiciones eran más lentas y pastosas por ambos bandos. Tremendas defensas con los jugadores interiores ayudando en los bloqueos. Doellman enchufaba desde el perímetro, pero respondía el incombustible Llull entrando en la zona catalana cual kamikaze. La anotación se frenaba de manera evidente y cada canasta comenzaba a ser oro. La terrible presión en cada una de las defensas estaba provocando faltas en ataque al llegar tarde a las ayudas o bloqueos.

Dentro del errático panorama de tiros se mantenía la ventaja de los madridistas. Tiempo muerto de los blaugranas, que se mostraban sobrios en sus nociones defensivas, pero no conseguían meterle mano a los blancos. La correosa zona 3-2 planteada por Laso estaba funcionando y todo se reflejaba estático en el marcador. Parcial duro y pegajoso, que se dirimía por detalles. Los catalanes percutían con canastas a cinco metros de Lampe y Thomas, acercando a los suyos en el contador. Laso tenía que parar el juego ante la sequía anotadora de sus pupilos. El inmenso triple de Sergio Llull volvía a restablecer las diferencias en la tónica de los dos primeros cuartos. Final del tercer parcial con 59-53 y la lucha en todo lo alto.

Trabajada victoria blanca

Durante los primeros dos minutos del último parcial el marcador se mantuvo estático. Errores continuos por ambos equipos hasta que llegó el MVP de la Liga Felipe Reyes para sumar puntos. Respondía de manera inmediata Marcelinho Huertas, uno de los más activos por parte culé. El lituano Jonas Maciulis por fín encontraba aro desde el perímetro tras varios fallos previos. Momento clave del partido, donde los tiburones huelen la sangre, y uno de los más certeros es el genio de La Laguna Sergio Rodríguez, que cortó la zona rival cual cuchillo en mantequilla y ponía la ventaja blanca en +11. Inmediato tiempo muerto de Xavi Pascual.

El Barcelona estaba tocado, pero entraba en escena el extraterrestre adolescente Mario Hezonja, que se echaba el equipo a las espaldas y concatenaba tres triples excelsos desde una distancia insultante. Laso convocaba a los suyos, porque el escenario cambiaba de manera fulgurante. Tremendo arreón del Barcelona, que se ponía a tan solo dos puntos de los locales. Pero este Madrid es duro, compacto y experimentado. Rudy entraba en la zona blaugrana forzando los tiros libres y abriendo de nuevo la escueta ventaja. La electrocución de Satosansky mandando el balón a la grada por el apuro del tiempo cerró el partido. Trabajada victoria del Madrid 78-72 para poner el 1-0 en una serie final que promete ser apasionante.

Protagonistas

Enorme actuación de Rudy Fernández (17 puntos, 4 rebotes, 3/4 en triples, 6/6 en libres, 5 faltas recibidas, 21 de valoración). El crack balear percutió la zona culé forzando faltas que materializó de manera quirúrgica, al mismo tiempo que bombardeaba desde el perímetro. Le secundaron el genio canario Sergio Rodríguez (12 puntos, 3 rebotes, 8 asistencias), que repartió el juego merengue de manera primorosa, y el eterno capitán Felipe Reyes (12 puntos, 6 rebotes, 5 faltas recibidas), que siempre aprovecha los minutos al máximo y se hace el amo de la pintura.

Por un combativo Barcelona destacar sobremanera al joven talento Mario Hezonja (18 puntos, 5 rebotes, 5/6 en triples, 23 de valoración), que entró en erupción en los momentos calientes del partido y dio un signo de esperanza a los suyos con canastas de mucha calidad. El resto de compañeros se mostraron taciturnos y poco brillantes, aportando en momentos puntuales pero no destacando en nada.

Fotos del texto: VAVEL. com // RTVE.es