Hablar de Felipe Reyes implica hacerlo del Real Madrid de baloncesto y viceversa. Todo un símbolo del club blanco desde que llegó. Su coraje, casta, lucha y entrega enamoraron desde el primer día a la afición madridista.

Ya en el Estudiantes Felipe demostró una capacidad reboteadora fuera de lo común, un especialista que fue mejorando año tras año en muchas otras facetas para terminar convirtiéndose en un pívot total a pesar de su escasa estatura para jugar en esa posición. Su categoría le permitió compartir vestuario en la selección con jugadores de la talla de los Gasol, Garbajosa e Ibaka en las posiciones interiores. Y Felipe respondió. Siempre lo ha hecho allá donde ha jugado.

Etapa colegial

Felipe Reyes empezó su carrera en el Ramiro de Maeztu para defender los colores del Estudiantes. En el conjunto colegial pronto demostró su nivel pasando en poco tiempo de la Liga EBA al primer equipo. Felipe mejoraba año tras año, llegando a promediar 16.9 puntos y 10.4 rebotes en el 2002. Reyes ya era toda una realidad y decidió cambiar el azul del Estudiantes por el blanco del Real Madrid, que se hizo con sus servicios en el verano de 2004. Felipe seguía los pasos del legendario Alberto Herreros y daba el salto del Ramiro al club blanco, lo que le supuso hostiles recibimientos cada vez que volvía a verse las caras con el Estudiantes en el feudo rival.

De promesa a símbolo madridista

Felipe Reyes llegó al Real Madrid en la temporada 2004/05 como un jugador ya de gran categoría pero aún con mucho que mejorar. Sin embargo, lo que encandiló a la afición madridista fue el sacrificio y la actitud luchadora que demostraba cada vez que pisaba el parqué. En su primera temporada conquistó la Liga ACB al derrotar al Baskonia en el quinto partido de la final tras lograr una remontada histórica que pasó a la historia como 'El minuto imposible'. Un triple de Herreros le daba el título al Madrid y el alero de los blancos se retiraba de la mejor manera posible. Sin Herreros el Madrid se quedó huérfano de un líder sobre la pista y Felipe heredó muy pronto ese papel.

En la temporada 2006/07, el Real Madrid volvió a conquistar la Liga ACB y Felipe Reyes fue nombrado MVP de la final. Además, el equipo entonces dirigido por Joan Plaza también levantó la Copa ULEB y redondeó un año fantástico. Pero el Madrid llevaba tiempo sin pelear de forma seria por la Euroliga, que se convirtió en la asignatura pendiente de un equipo en el que Louis Bullock y el cordobés trataban de mantener a flote un barco que año tras año se terminaba hundiendo. Ni Joan Plaza ni mucho menos Ettore Messina consiguieron hacer competitivo a nivel europeo a un Real Madrid que pasó varios años de capa caída y cambiando cada verano la plantilla casi por completo sin un proyecto definido. A nivel individual, Felipe sufrió especialmente en las dos temporadas de Messina como entrenador, en las que pasó a tener un rol secundario y como él mismo ha reconocido posteriormente, llegó a plantearse la retirada. Y es que Felipe cumplía los 30 y su ilusión por el baloncesto se desvanecía poco a poco.

Sin embargo, todo cambió con el fichaje de Pablo Laso, que le devolvió a la titularidad dándole el protagonismo que merecía. Felipe respondió desde el primer momento y fue mejorando hasta convertirse de nuevo en una de las grandes estrellas del Real Madrid. Los blancos volvían a ser competitivos con un baloncesto divertido y de ataque con jugadores del nivel de Rudy Fernández, Sergio Llull, Sergio Rodríguez, Nikola Mirotic, Jaycee Carroll... Y un Felipe Reyes que recuperaba la sonrisa.

El broche de oro a una carrera llena de éxitos

El Madrid de Pablo Laso volvió a pelear por la Euroliga, llegando a la Final Four de manera constante y volvió a conquistar títulos nacionales que se le resistían desde hacía mucho tiempo. Así sucedió con la Copa del Rey, título que parecía de otra época para el Real Madrid y que conquistó en el 2012 en el Palau Sant Jordi.

Felipe ha sido MVP de la final de la ACB en 2007 y 2013

Un año después el Madrid conquistaba la Liga Endesa (la tercera para Felipe), con el capitán brillando con luz propia y siendo nombrado MVP de la final por segunda vez en su carrera. Reyes repetía galardón tras el de 2007, cuando recibió el premio al superar en la final también al FC Barcelona. Pero esto sólo fueron unas pinceladas de lo que estaba por llegar.

La Euroliga se le seguía resistiendo a Felipón y parecía que nunca la podría llegar a levantar. Pero ese momento llegó esta temporada, con un Palacio de los Deportes volcado con su equipo, que conquistó la Copa de Europa 20 años después. Felipe levantó la ansiada Novena y además fue incluido en el quinteto ideal de la competición por primera en su carrera. Por si fuera poco, Reyes fue designado MVP de una Liga Endesa que también acabaría levantando. Estos dos trofeos se sumaban a la Supercopa y a la Copa del Rey, logrando un póker de títulos sin precedentes. Felipe completaba la mejor temporada de su vida a nivel colectivo y probablemente también la mejor a nivel individual, logrando así redondear una carrera llena de éxitos de la mejor forma posible.

Los años no pasan por Felipe Reyes, que cada año va a más y su equipo lo agradece. Por ello el club le ha ampliado el contrato hasta 2017. Hay Felipe para rato. Leyenda viva.

Fotos del texto: rtve.es, marca.com y eurosport.yahoo.com