Ambiente de lujo en el Palacio de los Deportes. Caras relevantes del baloncesto europeo y estadounidense se deban cita en el abarrotado pabellón. Allí estaba presente el comisionado de la NBA Silver junto al presidente del Madrid Florentino Pérez, y alguna de los antiguas estrellas que ahora obran de representantes como Rick Fox, Steve Smith o Brian Shaw. Por supuesto no faltaron los clásicos del club blanco, como el gigante Fernando Romay, que fue partícipe del anterior y único precedente entre ambos conjuntos en 1988. También estaba entre el público Chechu Viriukov, Clifford Luyk y Llorente.

El partido era un mero divertimento. Los Celtics están en plena pretemporada, empezando a calentar los motores del reestructurado equipo del joven técnico Brad Stevens. Los blancos ya están a punto de comenzar la Liga, por lo que reservaban muchas armas de cara al importante encuentro contra el Valencia Basket.

Lucha de titanes

No jugaban el partido ni Rudy Fernández (problemas de espalda), ni Jeffery Taylor (isquiotibiales). Ambos jugadores se han perdido los previos encuentros de los blancos, lo que se nota en una rotación mucho más reducida de los merengues. Tras unas presentaciones llamativas, al más puro estilo Show americano, comenzó un partido distendido. Tanto los árbitros (norteamericanos) como las reglas eran al estilo NBA, es decir: los cuartos de doce minutos, una mayor permisividad en los pasos y las faltas personales que permiten canasta a continuación.

En el primer cuarto todo estuvo muy parejo. Los verdes fueron los primeros en llegar al bonus de personales, pero hombres poderosos como Sullinger o Zeller demostraban que tienen un físico privilegiado, por lo que los Celtics comenzaron dominando el rebote. Comenzaban las rotaciones en ambas franquicias. Por los blancos entraba en pista el Chacho Rodríguez, y lo hacía para aotar desde la media distancia con su habitual desparpajo. Por los de Boston vaía aro Kelly Olynik, un pívot blanco con espíritu de tirador y algo de alergia a la zona.

Los Celtics tiran de físico

Transcurrían los minutos y todo seguía teniendo un ambiente muy NBA. El parqué del Barclaycard Center había sido remodelado y especialmente pulido para tener ese aspecto añejo de las pistas estadounidenses como el Rose Garden o el United Center. La publicitad promocionaba el nuevo videojuego del NBA 2K16, y cada transición era una sorpresa. Pese a ello, el público permanecía bastante expectante, sobre todo por que el Madrid seguía aguantando en el marcador y esto parecía una final de Euroliga más que un partido de exhibición.

La grandes figuras de los Celtics como el eléctrico Marcus Smart y el completo David Lee (campeón del anillo la pasada campaña con los Golden State Warriors), anotaban por los verdes, pero Sergio Rodríguez y Felipe Reyes mostraban sus galones respondiendo. De nuevo se cargaban de faltas los norteamericanos, y su técnico seguía rotando sin piedad, poniendo en pista al fornido Joe Crawder. En cada tiempo muerto o descanso se proyectaban imágenes de la NBA en las pantallas gigantes del pabellón, mostrando la empatía con la liga americana. Los Celtics iban tirando de físico y cobrando ventaja, por lo que llegaron al descanso ganando (43-54).

Mismo tanteo que en 1988

En cada descanso del encuentro seguían las entrevistas a pie de pista. También estaba entre el público Sergio Scariolo, que viene de ganar el tercer Eurobasket con la Selección Española. Más allá del espectáculos en las gradas, en el campo los Celtics seguían dominando el duelo. Los verdes se sentían cómodos en pista y empezaron a jugar de memoria, con el base remontando la línea, abriendo espacios los aleros y escoltas y doblando a tiros a cinco metros. Como los que enchufaba David Lee. El Madrid había bajado los brazos en cuanto a ganar, pero seguía respondiendo con buenas jugadas.

El final del partido fue una consecución de grandes canastas individuales de los Celtics, demostrando que hay mucha calidad en su plantilla. No dejan de ser un equipo de playoffs de la mejor liga del mundo. El Madrid literalmente se desconectó en lo competitivo, cuando vio que todo estaba sentenciado y tenían partido el domingo contra el Valencia para inaugurar la Liga Endesa. Había que guardar fuerzas. El resultado fue muy claro y abultado a favor de los Boston Celtics (96-111). Lo importante que se pudo ver espectáculo Show-time en el Palacio entre los dos equipos más laureados del mundo baloncesto. Otro partido para recordar más allá del resultado.

Fotos del texto: Diariobernabeu // ACB.com