Auténtica final para los blancos, que contra las cuerdas y siendo colistas del grupo se enfrentaban a unos turcos justamente en la posición contraria: líderes contundentes y ya clasificados. No se podía fallar si se quería seguir pensando en pasar al Top 16, pero los madridistas llegaban al duelo con sensibles bajas. La primera la de Rudy (cerca de tres meses fuera tras operarse una hernia discal). La segunda Trey Thompkins con la mano muy hinchada. Con esas premisas amaneció un duelo de rápidas transiciones, con los otomanos tomando rápidamente la ventaja en el marcador con los triples de Bobby Dixon (ahora conocido como Alí Mohammed) y Kalinic. Respondían los merengues con los puntos interiores de Reyes y Ayón.

Buen intercambio de canastas, pero con el paso de los minutos el Fenerbahçe demostraba que sus estrellas se encontraban más acertadas en los tiros. Tanto Vesely por dentro como Datome a media distancia estaban haciendo sangre. Tiempo muerto de Laso y primeras rotaciones, entrando en pista Nocioni y Hernangómez. Pero hasta los relevos rivales eran superiores, el triple de uno de ellos (el barbado ex-NBA Pero Antic), ponía a los turcos diez puntos arriba. Momento especial fue el aplauso del Palacio cuando entraba en escena Luka Doncic, que a sus 16 años está rompiendo esquemas. Seguía el castigo de los de Estambul con la bandeja de Datome. Final del primer cuarto con un duro 18-28.

Fenerbahçe domina

Con mucho sufrimiento, tirando de casta y gracias a los tapones y pundonor de Nocioni, junto a la genialidad del adolescente Luka Doncic, el Madrid remontaba los diez puntos en apenas cuatro minutos. De repente todos entraron en erupción, con Hernangómez reboteando cual poseso, y Carroll en plan metralleta destruyendo desde el perímetro. Parcial monstruoso a favor de los locales (16-0) que obligó al tiempo muerto de un encolerizado Zeljko Obradovic. El Palacio se venía arriba, animando sin parar, y Doncic había sido una vez más el detonante de la reacción.

Pero poco duró la alegria, al más puro estilo acordeón ahora eran los otomanos los que devolvían un parcial de 0-7, aprovechando varios fallos merengues en los tiros y la técnica a un Pablo Laso terriblemente caliente. Los dos equipos estaban defendiendo con dureza, por lo que metían demasiado la mano y llegaron al bonus de personales al mismo tiempo. Tras compases frenéticos, el juego se volvió a asentar, ahí los turcos demostraban que sus nociones tácticas son muy avanzadas. El espectacular alley-hoop culminado por Jan Vesely cerró la primera mitad con 36-45. Tocaba remar o morir.

El Madrid vuelve al partido

Reanudación del duelo con el Madrid más condicionado que nunca. Cada punto valía ya oro. Vesely seguía haciendo daño en la zona blanca, demostrando que es un auténtico portento físico. Respondía el Madrid con el trabajo eterno de Reyes y el triple de Sergio Rodríguez. Pero el banquillo del Fenerbahçe parecía interminable y desde el mismo salía el ala-pívot Yurtseven para demostrar su buena muñeca. Obradovic reprendía a sus pupilos por perder demasiados balones (cinco casi seguidos), y estos espoleados respondían con el triple de Sloukas. La única buena noticia para los merengues es que el rival ya había alcanzado el bonus de personales.

Pese a estar claramente tocado de su rodilla, Sergio Llull subió la intensidad defensiva en sus marcas al base rival y las ayudas exteriores, frenando el ímpetu de un caliente Luigi Datome. Ello, sumado a varias malas selecciones en el tiro por parte de los otomanos volvía a acercar a los merengues en el marcador. Partido de enorme intensidad, con mucho contacto en los rebotes y los bloqueos. Parcial favorable para los locales que cerraba el tercer cuarto 56-55. Infartante final.

Ganar para sobrevivir

Comenzaba el último cuarto con el triple de Llull y el 2+1 de Jeffery Taylor, que además le sacaba la cuarta personal a Vesely. Pero los blancos seguían horrendos desde línea de libres. Pese a ello se pudo ver la máxima diferencia a favor de los locales, con un trabajado +6. Momento determinante del duelo, y los otomanos demostrando que tienen una concentración de hierro que les mantenía cerca en el duelo. Eran minutos para un desatado Llull, que había calentado su maltrecha rodilla y entraba en modo Aeroplano de Mahón. No se despegaban de los turcos ni con agua caliente y Laso tenía que pedir tiempo muerto.

Se cortaba la tensión con cuchillo, y fueron los momentos de brillantes individualidades, como las canastas y gran trabajo en ambas zonas de Ayón, o el espectacular tapón de Jeffery Taylor, que demostró su físico privilegiado con intimidación, rebotes y un triple que prácticamente sentenciaba el partido. Ahora era el Madrid el que conquistaba la barrera psicológica de los diez puntos cuando apenas restaba minuto y medio. El Fenerbahçe bajaba los brazos tras la canasta imposible de Llull tremendamente forzado desde la esquina. Final del tremendo duelo con victoria merengue (80-73). Con ello ponen el 3-5 en el grupo y siguen teniendo posibilidades de pasar ronda. 

Protagonistas

Por los madridistas destacar el final eléctrico de un tocado Sergio Llull (17 puntos, cuatro asistencias, cuatro faltas recibidas), que superó sus dolores de rodilla para levantar al equipo. Inmenso Gustavo Ayón (15 puntos, cinco rebotes, dos asistencias, 6/7 en tiros de dos, 19 de valoración) se mostró de nuevo saneado y resolutivo en ambas pinturas. Felipe Reyes (13 puntos, seis rebotes, 5/5 en libres) aportó equilibrio y lógica en cada minuto en pista.

Por un Fenerbaçe de Estambul poderoso y con plantilla amplia, mencionar el enorme encuentro de Jan Vesely (20 puntos, 7 rebotes, 7/10 en tiros de dos, 21 de valoración), un portento físico no exento de inteligencia para leer la zona. Le secundó Bobby Dixon (15 puntos, cuatro rebotes, dos asistencias, 5/5 en libres). El ahora renombrado Alí Mohammed después de abrazar la religión musulmana es siempre un peligro.

Fotografías del texto: Euroleague.net