Real Madrid y FC Barcelona, FC Barcelona y Real Madrid. Duelo de titanes, de aficiones, de ciudades. Duelo de baloncesto. Un espectáculo que levanta pasiones por todo el mundo desde hace décadas.
Mañana por la tarde se enfrentarán de nuevo estas dos locomotoras del deporte. Cargados de estrellas en los vagones y con excelentes entrenadores al frente de la maquinaria, ambos chocarán y el que quede en pie se llevará el partido. Pero en la historia de sus enfrentamientos simplemente será otro asalto. Otro partido más que puede quedarse en el casillero o quedar grabado para siempre en la historia de la competición.
Estos partidos suelen ser muy apretados, y es que de los enfrentamientos en competición nacional, 33 de 94 partidos se han decidido por cinco puntos o menos, es decir, un 35 por ciento. Además la tendencia aumenta desde hace 25 años, punto desde el cual se concentran la mayoría de estos finales no aptos para cardiacos.
En la memoria de ambas aficiones está el canastón de Jaycee Carroll en la final de la Liga Endesa de hace unos meses. Cierto es que los blancos dominaron esa final con contundencia, pero el step-back de Carroll sentenció una serie histórica del Real Madrid.
Si destaca algún final de infarto en los últimos años es sin duda la final de la Copa del Rey de 2014. Brad Oleson ponía el 76-75 en el marcador cuando restaban ocho segundos. El Chacho condujo la pelota, rodeado por la defensa blaugrana, cuando encontró por el retrovisor a un Sergio Llull abierto, solo. El base anotó el tiro y dejó tan solo una décima en el marcador para la euforia del Madrid y la desgracia del Barca.
El Barcelona también ha tenido sus finales y victorias épicas, que han sido muchos, como aquel triple de Maciej Lampe en la final de la ACB 2014. Irónico que un jugador que pasó tantos problemas en su etapa blaugrana les diese con un triple la victoria en ese cuarto partido. El Madrid fue primero en liga, pero segundo en la final. Como dijo el gran Iturriaga, “se recordará este triple”.
Ahora es el Real Madrid quien domina el baloncesto europeo, el campeón de todo. Pero no hay que olvidar que fue el Barcelona, hace unos años, el equipo que demostraba un nivel indomable, como aquella brutal paliza en la final de la Copa 2010 (80-61), cuando todavía Ricky Rubio no había pisado suelo americano. En cualquier momento las tornas pueden comenzar a girar, o hacerse más grande las distancia entre ambos equipos. Este tipo de encuentros marcan mucho más que un simple resultado, marcan a largo plazo aunque no se fije en ello el espectador.
Un partido como el de mañana, entre dos titanes, entre dos potencias, puede decantar el futuro. Un partido como el de mañana, un Real Madrid contra FC Barcelona Lassa, siempre trae alegrías y penas a partes iguales, pero siempre trae el mejor baloncesto del Viejo Continente y es lo primero que hay que disfrutar. Quien sabe, mañana puede ser un partido que quede grabado en la historia del deporte del aro y la pelota naranja.