El Grupo F del Top 16 de Euroliga se convierte en un infierno más que nunca. El Barcelona, que parecía defenestrado hace no mucho, consiguió dos victorias agónicas y en el último segundo ante el CSKA de Moscú y el Madrid. Ambas ratificadas por un excelso Justin Doellman. Ahora, de manera sufrida y extraña han vuelto a vencer a los merengues, y gracias a ello empatan con el eterno rival y sigus y coleando.
El duelo fue surrealista en muchas facetas. Una destrucción inicial (+21), que se convirtió en reacción tremenda de los blancos tirando de pundonor, pero a su vez se cerró con otra vuelta de tuerca al origen. De hecho, hubo parcial de 12-2 y comienzo demoledor de los blaugranas, lo que obligó al tiempo muerto de Laso. 2/2 en triples de Satoransky, que junto a Doellman sumaban todos los puntos del Barcelona. Más triples del Barça como el de Oleson y le caía la segunda personal a Reyes. Momento interesante fue cuando entraba Rudy restando aún cinco minutos. Palmeo de Dorsey y 17-2.
Paliza de inicio
El partido estaba totalmente desequilibrado, 9/11 en tiros del Barcelona que estaba destrozando al Madrid. El final del primer cuarto con 25-4, perdiendo de 21 puntos. La mejor defensa en un cuarto de toda la temporada para los locales, con porcentajes de tiro espectaculares en todas partes del campo, 3/3 en triples, y ventaja 12-5 en los rebotes.
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El Madrid que venía batiendo récords con 18 y 19 triples en sus dos últimos partidos contra Morabanc y Gran Canaria, respectivamente, estaba ciego desde el perímetro (0-7).
Los blaugranas comenzaron desatados, castigando a un Madrid que aún parecía en los vestuarios.
Todo el pescado parecía ya vendido, pero los de Laso han vivido ya mil batallas. Con mucho trabajo retomaron el pulso al muerto y conectaron un parcial de 12-0, con mucho trabajo físico, potenciado por Jeffery Taylor en las marcas. Chacho dando mas ritmo, y el impulso anotador de los dos triples seguidos de Llull. Además, se cometían faltas inteligentes contra jugadores desafortunados como Samardo Samuels. 40-28 al descanso un +12 de los catalanes, pero a su vez un parcial de 0-12 en el cuarto de los merengues, que ganaron el mismo 14-25.
Remontada desde el infierno
Muchos contactos en la segunda mitad y los árbitros quisquillosos pitándolo todo, los dos equipos llegaban a las tres faltas demasiado rápido. Brillaba el trabajo de un Rudy tremendamente serio en la defensa, no dando un balón por perdido e imprimiendo pundonor.
Triple de Sergio Rodríguez y el Madrid a 9, incluyendo un parcial de 0-8. Tiempo muerto de Xavi Pascual que pedía concentración y agresividad. El partido estaba cambiando de manera acelarada, no sólo el resultado, sino también la psicología y forma de afrontar el duelo.
El odiado por la afición blaugrana Rudy Fernández, espoleó a sus compañeros en defensa, acierto e intensidad.
Baja anotación en general, y el Madrid a 7 tras la canasta a cuatro metros de Reyes. Más igualdad en los rebotes y defensas duras. Canasta de Ayón a aro pasado y contra tabla demostrando calidad, todo más cercano. Con cuentagotas los merengues iban limando la ventaja rival. A ello se sumaba el triple de Jaycee Carroll y el Madrid a 3 puntos. Y luego canasta en la contra tras robo del Chacho, superando a un ajado Arroyo: 52-51. Otro parcial favorable para el Madrid 12-23 y todo igualado para el final.
Volviendo al origen
Seguía el tremendo despertar del Madrid. Triple imperial de Carroll para un 3+1 espectacular en el comienzo del último cuarto y se materializaba la remontada del Madrid (52-54). Samuels seguía lanzando melones desde la línea de libres (1/6 en un ataque de Síndrome Gepeto muy virulento). A ello se sumaba el triple de Felipe Reyes, que demostraba su tremenda evolución y capacidad de lanzar desde el exterior. La ventaja del Madrid llegó a +6 en una remontada épica. Pero entre dos equipos tan completos y experimentados todo depende del juego de emociones. Tras el inmenso mate de Satoransky en la contra, el Palau volvía a levantarse con sus cánticos y daba fuerzas renovadas a los culés.
Batalla de emociones, y tras verse contra las cuerdas los culés se alimentaron del apoyo ambiental y fuerza mental en los compases finales.
Los dos equipos ya en bonus cuando restaban cinco minutos para el final. Tremenda la poderosa lucha en la pintura entre torres como Ayón, Dorsey, Samuels y Reyes. Precisamente el capitán merengue se cargaba con su cuarta personal y tenía que visitar el banquillo en un momento clave. Pese al pundonor de los blancos para seguir vivos en el partido viniendo desde el infierno, seguían fallando demasiados triples, una de sus principales armas. El alley-hoop terminado por Ayón silenció a las numerosas almas que abarrotaban el Palau. Partido espectacular y emotivo. El no-looking pass de Samuels a Perperoglou fue algo que nadie esperaba y forzó un 2+1 clave.
La antideportiva de Llull cerró el duelo, aunque los catalanes seguían fallando una ingente cantidad de tiros libres. Pero esta tremenda batalla emocional dio un giro copernicano, y de la paliza inicial de los blaugranas se pasó a una remontada épica de los madridistas, y reacción final de los locales (72-65). Grupo F loco, igualado y mortal.