Los blancos retomaban la competición doméstica. Magnífico ambiente de baloncesto en el Palacio de los Deportes de Murcia. Duelo con muchos alicientes, como la vuelta de Gustavo Lima ante que la que ha sido su casa los últimos años. Los de Laso intentando quitarse el mal sabor de boca europeo y los murcianos con ganas de llegar a los playoff (están a sólo un partido). El duelo amanecía con un afilado Vitor Benite, autor de los primeros ocho puntos de su equipo. Respondían los merengues con el canastón coast to coast de Llull y el buen balance defensivo de Rudy.
El hijo pródigo Campazzo veía aro desde el perímetro y echaba más leña al fuego. Los blancos eran los primeros en alcanzar el bonus de personales. Ello era aprovechado por los locales para entrar en la zona rival con más desparpajo y seguir forzando faltas de tiro. El paulista Benite erupcionaba en la anotación y ya alcanzaba los dobles dígitos. Primeras rotaciones: Reyes y Jeff Taylor a pista. Muchas faltas en pista. Campazzo visitaba el banquillo, pero eran los murcianos los que más se lucraban desde la línea. Recital de Benite (17 puntos), respondido por un Rudy cada vez más en forma. Final del intenso primer cuarto (26-26).
Ventaja madridista
Más cambios en el segundo parcial. El estratega Katsikaris introducía a los cañoneros Wood y Kelati. También pisaba la pista Augusto Lima. Tras la jugada de 3+1 forzada por Taylor y la técnica a Kelati, los blancos abrían ligera ventaja, ratificada por el misil desde el 6.75 del genio adolescente Luka Doncic (+6). Pero el UCAM no perdía la cara al partido con los puntos del gigante Lishchuk. Se movían bien por el perímetro los locales, buscando dobles bloqueos, lo que permitía tiros libres para francotiradores como Scott Wood. A base de cera y mucha estrategia defensiva se frenaba drásticamente la anotación.
Cambio en la batuta de mando para los madridistas. Sergio Rodríguez marcaba el ritmo y encontraba a un Dadme Fuego Lima que mataba la canasta rival sin piedad. Ventaja del Madrid, pero sin posibilidad de ruptira, puesto que el UCAM seguían forzando faltas inteligentes que materializaban desde la línea. El duelo trancscurría con buen intercambio de golpes. Campazzo sacaba faltas gracias a su velocidad, pero el eterno Reyes materializaba su patentado copyrigth bajo el aro. Final de la primera parte con el triple imperial de Doncic desde Eslovenia (42-52).
Se mantiene la diferencia
Reanudación del encuentro con el triple de calidad de Campazzo. El playmaker argentino destapaba el tarro de las esencias y veía aro desde varias posiciones. Intenso el intercambio de canastas entre ambos conjuntos. Triples de Thompkins y Rudy respondidos por el de Antelo. Campazzo seguía demostrando su calidad con jugadas frenéticas, pero el Madrid mantenía la ventaja. El UCAM seguía forzando las faltas rivales, pero los madridistas estaban más acertados en los tiros. Tras el mate de Thompkins con asistencia de Ayón, Katsikaris pedía tiempo tiempo muerto. +14 para los capitalinos.
No veían aro los murcianos y la ventaja seguía aumentando con las buenas canastas de Carroll desde el perímetro y Ayón en la zona. Pero no todo eran buenas noticias para los merengues, que llegaban al bonus de personales de manera prematura. Y a base de tiros libres subsistían los rojos, como los transformados por Antelo. El tercer parcial culminó con dos canastas brillantes de Sergio Llull, un misil exterior y una bandeja. Pero Antelo también vio aro. Jugosa ventaja de los merengues 66-80.
Prórroga, locura y victora merengue
El último cuarto amanecía con la quinta personal de Augusto Lima, que marchaba al banquillo entre tibios aplausos de los que han sido su público las últimas temporadas. Se complicaba el asunto sobremanera con la cuarta falta y posterior técnica a Felipe Reyes. Dos baluartes del juego interior del Madrid eliminados, que sumado a la ausencia de Nocioni por lesión, suponía un problema. Se apretaba el duelo, y los murcianos bajaban de los diez puntos. Los siguientes minutos fueron surrealistas. Carrusel de tiros libres, y los murcianos que seguían limando la diferencia de manera paulatina. Pese a ello los blancos tenían el partido en la mano, pero una vez más el triple sobre la bocina de Carlos Cabezas forzó la prórroga.
Los de Laso la afrontaban sin Reyes, Lima y LLull, Los tres eliminados por faltas personales. El público que abarrotaba el Palacio de Murcia se volvía loco con el subidón de adrenalina. Y los últimos minutos fueron relamente intensos. Ahí apareció la profesionalidad y experiencia de Sergio Rodrígiez y Rudy Fernández. Ello, sumado a la insultante juventud y calidad innata de Luka Doncic, cerraron el apasionante duelo (99-104). Fue un partido maravilloso y una vez más agónico para los blancos, pero victoria para acercarse a la segunda plaza de la Liga.