El duelo sería para la leyenda, pero eso no se conocía al principio. Derbi madrileño entre los dos equipos que más triples enchufan en toda la Liga Endesa. Partido que comenzó con ritmo eléctrico como no podía ser de otra manera entre estos dos conjuntos que gustan de transiciones asesinas. Laso seguía confiando en un Trey Thompkins recuperado y que ha vuelto a un gran nivel de juego. Poca falta y mucha celeridad en las transiciones. Los blancos tomaban la primera ventaja gracias a los misiles de sus hombres exteriores, pero los fuenlabreños respondían robando balones y corriendo rápido las contras. Tras el tremendo mate de Ayón, Cuspinera tenía que pedir el primer tiempo del encuentro.
El Titán de Nayarit estaba campando a sus anchas por la zona rival, jugando a la perfección el pick&roll con un Sergio Rodríguez clarividente doblando balones en la puerta atrás. Primeros cambios del partido y Úriz sustituyendo al belga Tabú. Pero los naranjas no podían frenar la sangría. Los hombres altos, pero abiertos del Madrid entraban en la zona cual cuchillo en mantequilla, así se llegaba a la ventaja de diez puntos. Los capitalinos movían mejor el balón y doblaban en asistencias a los periféricos. Final del vistoso primer cuarto con 27-15.
Un Madrid aplastante
El duelo seguía por el mismo derrotero de posesiones frenéticas y mucho tiro rápido. Al Fuenlabrada le quemaba el balón en las manos, y más allá de alguna genialidad individual, estaban practicando una sonrojate defensavisión. Evidentemente los merengues lo aprovechaban y estiraban la ventaja al +20. Muchos cambios en pista para intentar cambiar el panorama. Laso ponía a Llull, Taylor, Carroll, Reyes y Lima, regenerando completamente su quinteto. A la orgía anotadora se sumaba el asesino mormón Jaycee Carroll, en su particular gesta por alcanzar el mejor porcentaje de triples en la historia de la Liga.
Los dos equipos alcanzaban el bonus de faltas, por lo que dentro de la rapidez del partido algo se frenaban las transiciones a base de tiros libres. Aparecía en escena Sergio Llull, que concatenó nueve puntos consecutivos en una exhibición de polivalencia. Canastas from coast to coast, triples y tiros a tabla. El de Mahón remataba a los visitantes y aumentaba la ventaja a 26 puntos. Cuspinera se mostraba muy enojado, no sólo por el resultado, sino por la actitud pusilánime de sus pupilos. Todo le salía bien a los madridistas y el adolescente Doncic salía a pista para poner dos tapones consecutivos dignos del mejor chef. Auténtica paliza del Madrid y a vestuarios con un insultante 60-36.
Más que una victoria, un hito
Comienzo de la segunda mitad con Maciulis en pista y canasta de Thompkins a cinco metros. No se secaba el grifo anotador de los blancos, mientras que el Chacho se hinchaba a dar asistencias a sus compañeros. Los fuenlabreños habían bajado los brazos y mostraban enorme desidia en sus defensas con la mirada. A cambio seguían castigando los merengues desde el perímetro con los triples de Sergio Rodríguez y Rudy. La ventaja superaba ya los 30 puntos en una tunda histórica. El partido se había convertido en mera pachanga y para rematar la faena Rudy metía un canastón desde su propio campo sobre la bocina. Final del tercer cuarto con 97-57. Espectacular castigo.
Los blancos anotaron más de treinta puntos en tres de los cuatro cuartos del partido. Metieron 18 triples, sumaron 35 asistencias y capturaron 44 rebotes. Demoledor.
Comenzaba el último parcial y el Madrid ya superaba los 100 puntos, décima vez esta temporada en Liga y récord histórico en la ACB. Guarismos de escándalo para unos capitalinos desatados y que se cebaban a costa de un Fuenla que ya estaba pensando en el siguiente partido casi desde el inicio de este. Minutos para más rotaciones y relajación generalizada. Partido de los récord en ACB: en anotación 129 puntos del Madrid, en valoración con 179, en asistencias de un jugador (19 del Chacho) y en asistencias globales de equipo con 35. Casi nada.
Protagonistas
Dentro de esta inmensa orgía de hitos del Madrid destacar el encuentro de Sergio Rodríguez (11 puntos, 19 asistencias, tres robos, 31 de valoración), el genio de La Laguna fue el amo del reparto de juego: lo vio todo, lo encontró todo. Trey Thompkins (25 puntos, siete rebotes, 5/6 en tiros de dos, 5/7 en triples, 23 de valoración) fue el máximo anotador del duelo y tiene la muñeca más caliente que un volcán en erupción. Gustavo Ayón (14 puntos, 10 rebotes, dos robos, 7/8 en tiros de dos, 25 de valoración) demostró calidad y polivalencia en la pintura. Rudy, Llull y Reyes también rozaron la perfección.
El Fuenlabrada fue terriblemente apalizado. Sus hombres salieron taciturnos y no dieron sensación de competitividad y peligro en ningún momento. Pese a ello nombrar a Álex Urtasun (18 puntos, tres asistencias, dos robos, 3/4 en triples), que desde el banquillo fue el mejor de los suyos. Le acompañó ligeramente Ivan Paunic (16 puntos, 5/5 en libres). El resto fueron literalmente borrados de la pista.