Pablo Laso ha pasado momentos difíciles en el Madrid. En su tercera temporada con los capitalinos estuvo a punto de salir por la puerta de atrás, y si no llega a ser por el apoyo incondicional de Alberto Herreros y la mayor parte de la plantilla, otro gallo hubiera cantando. Lo cierto es que se le dio un nuevo año, y la pasada campaña consiguió la "Perfect Season" reconquistando la Euroliga 20 años después.

Laso tuvo que reconstruir el proyecto (ACB.com)
Laso tuvo que reconstruir el proyecto (ACB.com)

Los blancos volvían a estar en lo más alto del baloncesto patrio y europeo, todo eran celebraciones y elogios. Pero lo bueno pronto acaba en un club tan exigente como el madridista. Tras apenas tener descanso veraniego, Laso tenía que afrontar el Proyecto 5.0 del Madrid, probablemente el más peligroso y complejo de todos los anteriores. Porque cuando lo ganas todo, desde el club te lo vuelven a exigir, pero los jugadores no son máquinas. Tocaba reinvertarse.

Comienzo muy complicado

Los blancos vuelan, sin haber entrenado apenas, a Brasil para la Intercontinental. Laso llevaba semanas diciéndolo. Tenía un montón de jugadores nuevos (ya se analizarán luego las altas y bajas), y los que volvían tanto del Eurobasket como del Torneo de las Américas estaban fundidos, o directamente lesionados. Pese a ello tirando de pundonor se gana el título. Pero llegaron semanas muy difíciles. Se pierde ante el Unicaja en la Supercopa (ya era imposible volver a repetir el año perfecto). Empieza la Liga y de inicio gana el Valencia en el Palacio. En la Euroliga toca un grupo complicado y se pierden demasiados partidos. Todo iba muy justo y empezaban las comidillas.

Laso pasó malos momentos (Tony Cuadrado - VAVEL)
Laso pasó malos momentos (Tony Cuadrado - VAVEL)

No solo era un problema de resultados, sino de juego en sí. Los blancos seguían metiendo una gran cantidad de puntos, pero la defensa era muy inferior a la del año anterior. Un mero ejemplo es que en la Liga 2014/15 le metían apenas 68 puntos de media, y en la 2015/16 se estaba disparando a casi 83. Se siguió sufriendo demasiado para pasar los grupos europeos, aunque un golpe de inflexión en la temporada fue ganar la Copa del Rey, que permitió a Laso tomar algo de aire y saber que un año más, no se iba de vacío en títulos.

El carrusel de cambios

En relación al equipo anterior, comenzaban la temporada con un juego de pívots totalmente nuevo. Se habían marchado Bourousis y Mejri. El hecho de que el gigante heleno fichara por Baskonia y firmara una temporada espectacular (MVP de la Liga, varias veces MVP de la jornada en Euroliga), tampoco ayudaba a Laso. Muchos decían que lo había sentado en el banquillo por una guerra personal y que había dejado escapar al mejor pívot de Europa. 

Laso en una rueda de prensa de la Copa del Rey (ACB.com)
Laso en una rueda de prensa de la Copa del Rey (ACB.com)

La vuelta de Hernangómez parecía natural (aunque tardó mucho en dar resultados), pero es un chico de la cantera y el público le quería y tenía paciencia con él. Sin embargo, gran parte de afición ponía la lupa desde el comienzo en los dos fichajes de extranjeros donde Laso se había mojado. Dos jugadores ex-NBA como Trey Thompkins y Jeffery Taylor.

Trey comenzó bien, pero luego dio un gran bajón de juego, desapareció de las rotaciones y hasta era el descarte. Le faltaba actitud y entendimiento del juego (que no calidad). Taylor estuvo lesionado toda la pretemporada, no entrenó con el resto, se perdió Intercontinental, Supercopa e inicio de Liga y Euroliga. Decían algunos que era un auténtico pufo. A Laso le estaban cayendo muchas críticas. Pero ese también ha sido un gran trabajo del vitoriano. Recuperar a ambos, darles a entender la filosofía del equipo, de sacrificio y la importancia del bloque. Thompkins ha terminado titular y demostrando quilates. Taylor culminando como titular de tres y especialista defensivo. 

Caer para levantarse

Curiosamente la dura derrota 3-0 en la serie eliminatoria de cuartos contra el Fenerbahçe, ha sido elemento clave para que el Madrid ganara la Liga y terminara en su mejor momento de la temporada. Lo primero porque reducía la carga de partidos. Lo segundo porque se centraba en una sola competición. Pero también porque Laso supo aleccionarles para tener el pundonor de levantar la Liga, de no dejar de ser reyes del continente y de España el mismo año. Superaron al Valencia en el segundo puesto de la tabla, y a punto estuvieron de hacerlo con el Barcelona. No les tembló el pulso en los playoffs.

El técnico celebrando el título de Liga junto a Nocioni (ACB.com)
El técnico celebrando el título de Liga junto a Nocioni (ACB.com)

En la gran Final, supo encajar las piezas perfectamente. Le dio un baño táctico a Xavi Pascual, le buscó los puntos débiles y explotó las virtudes blancas. Además, tuvo paciencia y lógica para recuperar a Rudy en el momento oportuno y no forzarle antes. Laso, ha tenido una temporada convulsa, durante momentos volvieron las eternas críticas de ciertos sectores, pero ha vuelto a poner todo en su sitio, mitigar egos, y volver a repetir un doblete, algo que no conseguían los blancos desde hace 22 años.

Nota de la temporada: 7.5