La Fonteta dictará sentencia y determinará la posición en la tabla del Valencia Basket. Si los de Perasovic logran imponerse el domingo ante La Bruixa d’Or serán, matemáticamente, cabezas de serie para la fase final de la competición. Dependen, pues, de ellos mismos. Ahora bien, si caen en casa ante el equipo del Bages, podrán ser cuartos o quintos, en función del resultado que obtenga el CAI Zaragoza (juega el mismo domingo, también a las 12:30h, ante el UCAM Murcia, en la capital maña). Si el conjunto aragonés cae, continuarán siendo cuartos pero si los zaragozanos vencen, el Valencia bajaría hasta la quinta plaza.

Por su parte, el Manresa acude a tierras valencianas con la firme intención de conseguir un triunfo de prestigio en su despedida a la máxima competición nacional. Además, los jugadores de la entidad catalana quieren brindarle a Jaume Ponsarnau su último éxito como entrenador de la disciplina rojilla. El ya mítico técnico del colista de la Liga Endesa afronta su último encuentro al frente del banquillo del Manresa. Tras el choque en La Fonteta, llegará a su fin un glorioso ciclo manresano, capitaneado por Ponsarnau. A partir del domingo tocará pasar página y empezar a pensar en el futuro del club que está atravesando graves problemas económicos.

Perasovic avisa de la trascendencia del duelo

El entrenador croata es consciente de la enorme importancia del encuentro. Ser o no ser cabeza de serie para la primera fase de los playoffs es un elemento esencial puesto que, en el caso que se tenga que disputar un choque final y definitivo en la primera serie, éste tendría lugar en la Fuente de San Luis. Por lo tanto, adquirir el factor campo se avecina vital. Las escuetas palabras de Velimir Perasovic, claras y contundentes: “Tener ventaja de campo es fundamental para nuestras aspiraciones de futuro, debemos tomarnos el partido muy en serio”.

La estadística, favorable a los valencianos

Valencia Basket y la Bruixa d’Or Manresa se han enfrentado en 22 ocasiones. El balance, claramente lo ganan los primeros. Y es que el equipo naranja se ha impuesto 16 veces mientas que los del Bages únicamente en 6. La última victoria visitante tuvo lugar en 2008.

Parte Médico

Por el lado visitante, todos los jugadores estarán disponibles para Ponsarnau. Por parte local, los taronja únicamente tienen la duda de Lishchuk. El potente pívot ucraniano ha entrenado con menor intensidad que sus compañeros a lo largo de esta semana por culpa de unas molestias en la espalda que sufrió en el partido contra el Uxue Bilbao Basket.