Valencia Basket y Khimki Moscou Region se medían en un tremendo ambiente fallero en cuartos de final de la segunda competición europea más importante de baloncesto. La Fonteta, que presentaba una buena afluencia estaba preparada para hacer que su equipo lograse ganar con solvencia el encuentro que llevaban una semana esperando.

Sufrir y sufrir, para perder.

El partido comenzaba con una gran emoción y a la nerviosismo por ambas partes. El Valencia Basket notaba su falta de centímetros en el poste, y así lo hacía ver al principio del partido. Eso unido a la inexactitud de los exteriores hacía que el partido fuese controlado por el Khimki ruso y que pese a ir perdiendo, la batuta de éste fuese Tyrese Rice. Al final del primer cuarto el conjunto local lograba ganar de tres (20-17).

Un Tyrese Rice explosivo decidió por sí mismo empezar a llevar por completo la manija del partido. El Khimki se sintió cómodo ante la poca solidez defensiva local, y eso provocó que el Khimki no sólo recortase distancias sino que fuese a más y se creciese, llegando a ganar el segundo cuarto y ponerse por delante para llegar al descanso. Una leve revolución de Sam Van Rossom sacudió a los rusos, pero el Valencia Basket no dio para más (37-41).

Una zona salvadora.

El Khimki salió de los vestuarios dispuesto a aumentar la ventaja, y así lo hizo, un buen parcial a la salida, provocó la incertidumbre en La Fonteta y un marcador perfecto para que los rusos se lo llevasen a la capital. El Valencia Basket no logró salir de ese bache, hasta que Pau Ribas se echó a las espaldas el juego del equipo y logró enlazar dos triples seguidos. Parecía que quedaba partido todavía, pero un riguroso criterio arbitral hacía que el Valencia Basket se fuese al banquillo con trece abajo (52-65).

El Valencia Basket tenía mucho que perder y poco que ganar en el último cuarto, el equipo salió con una zona 3-2 que hizo que el equipo ruso se atascara en ataque, y el Valencia Basket saliese a correr. El partido se volvió loco, y esa locura favoreció al equipo local que fue recortando puntos minuto a minuto, y que finalmente, a dos minutos del final solo quedaran tres puntos. A falta de siete segundos, una falta a Lucic de triple hacia soñar con empatar el partido, sin embargo, Vladimir falló el segundo e hizo que al Valencia Basket solo le valga ganar en el Novator Arena.

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