Khimki Moscow Region y Valencia Basket se enfrentaban el Basketball Center de Moscú para decidir cual de los dos equipos sería el que pasaría a las semifinales de la Eurocup. El Khimki partiría con ventaja a través de la pequeña renta de un punto conseguida en La Fonteta una semana antes; además de ello, también tendría el factor cancha, muy relevante en su caso, ya que no habían perdido en su campo desde el 2013.

Inicio igualado por el acierto en tiro

Con un gran Guillem Vives en la manija del equipo local, el Valencia Basket le jugó de tú a tú al Khimki en el primer cuarto. Una buena salida del cuadro visitante, unida al acierto exterior de sus hombres, hacía soñar a sus hombres con una remontada pese a no llevar una gran ventaja en su marcador. La salida de Nedovic para dar descanso a Guillem parece que dio un pequeño bajón a los suyos para terminar el primer periodo del partido con un solo punto bajo (21-20).

Carles Duran siguió dándole confianza al base serbio que, finalmente, consiguió dar un vuelco a la situación y tras siete puntos seguidos unidos a una buena tarea defensiva hacían que el Valencia Basket se pusiese seis arriba a mediados del segundo cuarto. El partido, por desgracia de los visitantes, no prosiguió de esa manera, y con Vyaltsev y Monia muy acertados desde la línea de tres hicieron invertir el resultado a seis arriba para los rusos que al final del cuarto tras un triple de Monia ponían tierra de por medio (42-36).

Pobre reacción del campeón

Una muy pobre reacción tras el paso por los vestuarios del equipo taronja hacía que la eliminatoria definitivamente se fuese a tierras rusas, el parcial se fue a 11-0 y al Valencia Basket le costó más de cinco minutos anotar la primera canasta. Un Valencia Basket que en cierta forma había bajado los brazos, solo pudo ir intentando maquillar el marcador, sabiendo ya, que el daño ya estaba hecho. Al final del tercer cuarto, el Valencia Basket perdía ya de quince puntos, casi ya sin tiempo para reaccionar (62-47).

Tras el mal tercer cuarto, el Valencia Basket siguió sin luchar por su objetivo, con todo perdido, sin ninguna ambición por conseguirlo, el Khimki aumentaba su renta hasta llegar a una máxima de 22 puntos (74-52). Un cierto coraje, invadió el corazon de los taronjas que con el paso de los minutos fueron maquillando el resultado hasta dejarlo en quince puntos de diferencia (76-61).

Un final pobre para un Valencia Basket muy pobre en las competiciones europeas en el año vigente. La eliminatoria contra el Bayern de Múnich podría ser la única vez donde el equipo se pudo ver al 100%, tal vez también, por la inexistencia de bajas sin contar la de Lishchuk. Un final agridulce a la Eurocup, como ya pasase con la Euroleague, que da la sensación que el equipo al completo podría haber tenido un mejor final en las dos competiciones. Ahora, el único objetivo que le queda al aficionado taronja será la Liga, donde la pasada jornada lograron vencer al Barcelona con una renta de 20 puntos.