En baloncesto una fracción de segundo te puede aniquilar. Tony Parker lo demostró en el primer partido de las finales NBA 2013 con un enrevesado tiro que logró sacar a tiempo con la palma de la mano, tras verse forzado por una excelente defensa de Miami que acabó sin recompensa. La puñalada caló profundo en Miami, que se vio por delante durante la mayoría del encuentro pero en ningún momento logró consolidar un colchón que le permitiera gestionar las diferencias en el marcador. Al final, un 88-92 que da una ventaja importante al conjunto tejano.

Un último cuarto demoledor

San Antonio tomó el liderato a siete minutos y medio de la conclusión

San Antonio tomó el liderato a siete minutos y medio de la conclusión de la mano del propio Parker, que se marcó un último cuarto antológico más allá de la misma sentencia con 10 puntos. El conjunto de Gregg Popovich logró apretar las tuercas a unos Heat que se quedaron sin recursos en el tramo final, sobrecogidos por una defensa aterradora de los visitantes que los dejó en 16 tantos. A tres minutos del final Danny Green (12 puntos) acuchilló con su cuarto triple de la noche a los de Spoelstra, que se vieron siete abajo, su máxima desventaja en todo el duelo. Se sacudieron a base de ir a la línea personal, donde no fallaron ni Ray Allen ni LeBron James. No fue suficiente, ya que la herida no dejó de sangrar.

Tim Duncan comenzó con serios problemas en el choque tras cometer dos faltas personales en el primer cuarto que le sentaron con un 0-5 en tiros de campo. En el segundo salió a morder y consiguió 12 puntos de sus 20 totales, que acompañó con 14 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones en una serie posterior de 8-14 en tiros de campo. Los tejanos utilizaron todas sus armas. Manu Ginobili aportó 13 puntos a pesar de arriesgar con algún tiro fuera de lugar y Kahwi Leonard consiguió 10 puntos y 10 rebotes, que se dice pronto si uno no considera su férrea defensa a James.

Números inertes para Miami

LeBron acabó con 18 puntos, 18 rebotes y 10 asistencias

LeBron se mostró muy precavido y tan solo apretó individualmente en la fase final. El astro de Miami lideró desde el ejemplo y acabó con 18 puntos, 18 rebotes y 10 asistencias que le convierten en el segundo jugador con al menos tres triples-dobles en la historia de las Finales NBA. El dato es irrelevante, ya que la derrota amargó cualquier hito de los que ya suele romper el 6 de Miami. Dwyane Wade estuvo de nuevo muy activo y acertó mucho en la primera mitad, acabó con 17 tantos. Chris Bosh finalizó con 13 puntos y con malos porcentajes en el tiro, su mayor problema en estos playoffs.

Los triples puntuales de Ray Allen (13 puntos), Chalmers (8 puntos) y Miller (5 puntos) permitieron sacar de quicio a Gregg Popovich, que se guardó la varita mágica para los minutos decisivos y ganó la lucha táctica con un Spoelstra que jugó los últimos minutos sin un base natural en pista, tirando de la polivalencia de James. Los Heat mandaron desde el primer cuarto hasta el último, pero jamás despegaron ni dieron la sensación de encontrar la fórmula definitiva, que deberán encontrar en el segundo partido de unas series que se preveen emocionantes e igualadas hasta su conclusión. De momento, San Antonio toma la primera ventaja en la lucha por el anillo.

Una gran fiesta del baloncesto

Sin duda fue un comienzo por todo lo alto, que hizo vibrar a los aficionados de todo el mundo con un juego de signatura ofensiva pero con defensas tenaces. La victoria deja enrabietados a los Heat, que saben que podrían haber dado el golpe de gracia cuando llegaron a dominar por 9 puntos en el primer tiempo. A los Spurs no se les puede dar ni una centímetro en el terreno de juego ni una milésima en el reloj de posesión, así lo sentenció Tony Parker.