Los Wizards rompen en casa con la mala racha. Tras cuatro encuentros perdidos, los de la capital pudieron con unos Wolves que no supieron aprovechar sus oportunidades. Love firmó 25 puntos y 11 rebotes, volviendo a ser la referencia de los suyos al contar con pocos apoyos en el plano ofensivo. Ricky, que solamente jugó 19 minutos, registró 10 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias. Washington contó con la mejor versión un Wall que sumó 14 puntos y 16 asistencias, mientras que Beal (25 pts) destacó en ataque apareciendo en los momentos cruciales del partido.
Con 34 puntos en el primer periodo (16 de Love), los de Adelman arrancaron con fuerza y demostraron su superioridad ante un Verizon Center que ya temía lo peor. Los Wizards, que no conseguían reaccionar, se limitaban a mantenerse cerca en el marcador y evitar así que se abriera una brecha insalvable.
Minnesota llegó a colocarse 16 puntos por delante en el segundo cuarto, cifra que se redujo a 11 gracias al poderío ofensivo de Beal y a la presencia interior de Nene, que conseguía canastas fáciles en la zona gracias a la visión de juego de Wall. El partido, sin embargo, seguía perteneciendo a unos Wolves que tenían la sartén por el mango.

Llegó la tormenta local

Washington devolvió el golpe: 30 puntos en el tercer cuarto, solo 18 de los Wolves. Sin poder evitarlo, Minnesota se vino abajo ante la verticalidad de unos locales que dieron la vuelta al partido de la mano de Beal y Wall, que volvieron a resultar vitales anotando 9 puntos y registrando 7 asistencias respectivamente. Gortat, Nene, Webster y Vesely, que fueron rotando en la zona interior, demostraron que los Wizards tienen una sólida base interior tanto defensiva como ofensivamente.
Los locales, durante el tercer cuarto, estuvieron muy atentos en defensa, presionando sobre el balón y cortando líneas de pase: los Wolves perdieron 5 balones y fallaron 18 de 25 tiros intentados, limitando su eficacia al recurrente Love y a un Brewer intermitente. El último cuarto volvía a empezar el choque: empate a 81 y todo por decidir.

Errores a domicilio

Los Wolves no fueron capaces de mantener la cabeza fría. En vez de olvidar lo ocurrido en el periodo anterior y empezar de cero, los de Adelman se precipitaron en el plano ofensivo, perdiendo posesiones y generando contraataques fáciles para unos Wizards que no desaprovechaban ninguna oportunidad. Sin embargo, el marcador se mantuvo igualado hasta el último minuto, al que se llegó con empate a 95 gracias a la perseverancia de Love y Brewer, que se encargaron de cargar con el equipo hasta el final.
A Minnesota se le escapó el partido en los últimos instantes: Webster (17 pts) anotó un triple a pase de Wall que colocó a los locales dos puntos por encima. Tras desaprovechar su posesión, los Timberwolves cometieron falta sobre un Beal que no perdonó desde la línea de tiros libres.
Los Wizards (3-7) suman, con ésta, la tercera victoria de la campaña, que les permite respirar tras cuatro encuentros perdidos. Beal y Wall fueron las claras referencias del conjunto, y los jugadores interiores (titulares y de banquillo) también han demostrado ser capaces de cumplir con solvencia. Los de Minnesota (6-5) encajan una amarga derrota tras haber tenido el marcador controlado durante gran parte del partido. Love volvió a ser clave, aunque encontró pocas ayudas en ataque. La fluidez ofensiva del equipo se vio afectada, en parte, por la ausencia en el parqué de un Ricky que solo jugó 19 minutos.