El año 2013 de los Lakers no será recordado como uno de los mejores de la historia de la franquicia angelina. Sucedieron cosas, muy importantes, que sí serán recordadas dentro de unos años, pero no fueron cosas positivas. Haciendo balance, el 2013 es uno de los peores años de la historia de los Lakers. Aquel equipo construido durante 2012, que reunía en un mismo quinteto a cinco ‘All-Star’, fue destruyéndose desde dentro poco a poco. Se veía venir con el paso del tiempo que aquel proyecto no iba a terminar bien, y así sucedió.

El año comenzaba con un Mike D’Antoni casi recién llegado a la franquicia. Los Lakers habían añadido a Dwight Howard y a Steve Nash a una plantilla que contaba con jugadores como Kobe Bryant, Pau Gasol o Metta World Peace. Destituido Mike Brown a los seis partidos, tras perder todos los partidos de pretemporada y ganar solo uno en liga regular, Mike D’Antoni había sido el elegido para reconducir la nave ‘laker’.

D'Antoni siembra más dudas

Sin embargo, las sensaciones con el nuevo técnico no eran buenas; no obstante, se pidió paciencia con el ex de Knicks y Suns, ya que una plantilla tan talentosa no iba a funcionar de la noche a la mañana. Además, Steve Nash había estado dos meses lesionado y el canadiense necesitaba tiempo para recuperar su mejor forma. Así arrancaba el nuevo año, con los Lakers con mal récord y malas sensaciones, pero con la esperanza de que las cosas irían a mejor con el paso del tiempo.

Los Lakers abrieron 2013 de la peor forma posible; los angelinos habían llegado a año nuevo con un récord de 15 - 15, con el cual tenían los puestos de Playoffs muy cerca. Sin embargo, los de D’Antoni iniciaron una racha de seis derrotas consecutivas entre el 1 y el 13 de enero. El 15 - 21 de récord era el peor inicio de la franquicia desde 1994, los peores años en los Lakers entre la retirada de Magic y la llegada de Shaquille O’Neal.

Las críticas iban en aumento, los cánticos en el Staples pidiendo a Phil Jackson eran constantes y los rumores de divorcio en el vestuario corrían como la pólvora. Para desmentirlo, Bryant publicó en su Twitter una cómica foto que simulaba estar peleándose con Howard ante el entrenador D’Antoni.

Hundimiento y resurrección

Además, las lesiones de Howard, World Peace y Gasol no ayudaron y los Lakers terminaron tocando fondo en Memphis, donde cayeron por 106 - 93. Los californianos habían perdido 10 de sus últimos 12 partidos y caían a los últimos puestos del oeste, a cuatro partidos de los puestos de Playoffs. Al mismo tiempo, Gasol volvió al equipo sin recuperar su titularidad. Su suplencia avivó los rumores de traspaso y creó una situación incómoda entre jugador y entrenador. El catalán no estaba contento con su situación, jugando muy alejado del aro, y por todos era conocido que a D’Antoni le gustaba jugar con ala-pívots más versátiles que Gasol.

Foto: nydailynews.com

Después de esa derrota, los medios publicaron que el equipo había pedido un cambio de juego a D’Antoni, más lento y con más juego interior, en contra del estilo de juego que proponía el técnico de Virginia.

Con la aprobación de D’Antoni o no, el equipo varió su estilo de juego; Bryant asumió el rol de “facilitador” lo que le permitió sumar varios triples dobles. Los Lakers comenzaron a reaccionar hasta llegar al parón del All-Star con 25 victorias y 29 derrotas. Antes, Howard cayó lesionado en el hombro, lo que permitió el regreso de Gasol a la titularidad. Sin embargo, el catalán se lesionó de gravedad contra los Nets.

Hasta siempre, Dr. Buss

El fin de semana de las estrellas tuvo un sabor amargo para los Lakers. El día 18 de febrero fallecía del propietario de la franquicia, el doctor Buss. Con él, los angelinos habían vivido la mejor época de su historia con los Lakers del ‘Showtime’ de Magic y Kareem, los Lakers de Shaquille, Bryant y Phil Jackson y los Lakers del ‘back to back’ en 2009 y 2010. El ‘Doctor’ Buss descansaba en paz después de sufrir un duro cáncer durante sus últimos 18 meses de vida. En su honor, los Lakers lucieron hasta finales de temporada las iniciales ‘JB’ en sus equipaciones.

Foto: nba.com

Tras el All-Star, se vieron a los mejores Lakers de la temporada. Se ganaron cinco de los siguientes seis partidos y el equipo se colocó en 50% de victorias/derrotas por primera vez desde el 31 de diciembre. Bryant jugó a un nivel estelar, ganando su primer ‘jugador de la semana’ de la temporada.

El equipo comenzó a funcionar con un gran Bryant; Howard aportó números que no lograba desde su etapa en Orlando y los Lakers se acercaron a los puestos de Playoffs, donde tendrían que jugarse las últimas plazas con Rockets, Jazz y Mavericks. Los angelinos llegaban lanzados a la postemporada.

En abril, la baja de Nash se compensó con el regreso de Pau Gasol. Sin embargo, tuvo que aparecer el mejor Bryant con actuaciones memorables para ganar partidos y seguir en la lucha. Los Lakers ganaron partidos como la remontada en New Orleans, con una remontada de más de 20 puntos en el último cuarto, o como la de los Raptors en casa, con tres triples de Bryant en el último minuto. También cabe destacar el partido de Bryant en Portland, donde anotó 47 puntos en 48 minutos de juego. No obstante, lo peor estaba por llegar.

Se rompe Kobe, se rompen los Lakers

El 12 de abril, los Lakers jugaban un partido decisivo en la lucha por los Playoffs. Bryant se dañó los tobillos en dos ocasiones, pero siguió. En una de las últimas jugadas, realizó uno de sus típicos ‘crossover’, pero notó un chasquido en el pie y se fue al suelo. Lanzó los tiros libres, anotó, pero no volvió a jugar. Se había roto el tendón de Aquiles, nueve meses de baja y dudas sobre cómo le afectaría a su edad. Con lágrimas en los ojos, dijo que su carrera “no había finalizado”. Con esta lesión, los Lakers iban a dilapidar sus opciones de título.

Los angelinos reaccionaron con nueve victorias en los 11 partidos siguientes antes de los Playoffs. No obstante, el equipo se mostró en primera ronda muy inferior a los Spurs, que ya habían puesto la directa hacia otro título. Nash se resintió de su lesión y Blake también recayó, los Lakers tuvieron que jugar el último partido con Morris, Goudelock o Ebanks. La temporada finalizaba de la peor forma, con un 0-4 contra los de San Antonio y los angelinos terminaban despertando de una 2012/2013 convertida en pesadilla.

Foto: latimes.com

Howard pone rumbo a Texas

El verano comenzó con una campaña por renovar a Howard. Llegó a Los Angeles para vivir una dinastía, pero el pívot de Atlanta fue otro que vivió un mal año con los Lakers. Su mala relación con Bryant y el descontento con el sistema de juego de Mike D’Antoni le llevaron a fichar por los Rockets. Los Lakers, obligados a reconstruir el equipo entorno a Gasol, Nash y el lesionado Bryant, ya que World Peace era amnistiado debido a su salario.

Los fichajes siguieron un mismo patrón, jugadores de segunda fila como Nick Young, Shawne Williams, Chris Kaman o Wesley Johnson, pero de un perfil parecido, jugadores rápidos para jugar al contraataque y con buen lanzamiento exterior, todos del gusto de D’Antoni.

Foto: Noah Graham | Getty Images.

Los Lakers a poco podían aspirar sin Bryant; el objetivo era tener récord positivo para la llegada del ‘24’. Tras una pretemporada mucho mejor que la de 2012 (no era difícil superarla), los angelinos iniciaron el curso con una sorprendente victoria contra los Clippers. Posteriormente, predominó la irregularidad, con muy pocas victorias fuera de casa a excepción de alguna meritorioa, como la lograda en Houston en el reencuentro con Howard.

A pesar de las continuas lesiones, la de Nash en la espalda, la más grave, el equipo llegó a funcionar bien y a tener récord positivo tras una gira en la que se ganaría en Brooklyn o Detroit. Además, la franquicia anunciaba de forma inesperada la renovación de Bryant por dos años y $48 millones hasta 2016. De cumplir su contrato, el escolta cumpliría 20 temporada seguidas con los angelinos.

Corto regreso

Por fin el 6 de diciembre se anunció la vuelta de Bryant para el encuentro contra los Raptors. Las semanas previas se había podido ver al escolta de Philadelphia entrenar con sus compañeros y su vuelta era cuestión de tiempo. Los Lakers recuperaban a su estrella y además con récord positivo. Kobe volvía contra los Raptors, contra los que firmó nueve puntos y ocho rebotes.

Sin embargo, con Bryant, los Lakers no jugaron el baloncesto esperado y perdieron cuatro de los seis partidos con el escolta. Tras ganar en Memphis el 17 de diciembre, la franquicia anunciaba que Kobe se había vuelto a lesionar, esta vez en la rodilla, por lo que estaría de nuevo seis semanas de baja.

Tras su lesión, llegaron los peores Lakers de la temporada. Con Gasol también en el dique seco, los de D’Antoni acumulan hasta la fecha cinco derrotas consecutivas y la sensación de que en 2014, por pocos objetivos deportivos se luchará. La atención se centrará en un mercado de agentes libres en el que los Lakers intentarán hacerse con otra gran estrella de la liga. Dinero no les faltará, pues serán de los equipos con mayor espacio salarial de toda la NBA.