Irving tuvo que abandonar el partido que el pasado domingo enfrentó a Cavaliers y Clippers al final del primer cuarto y ya no pudo regresar a pista. El base se lesionó el bíceps del brazo izquierdo en un choque fortuito con Blake Griffin y salió del Staples con el brazo en cabestrillo.

Tras las pruebas médicas posteriores, el equipo anunció que su jugador franquicia sufre una distensión en el bíceps del brazo izquierdo y que causará baja durante al menos dos semanas, tras las cuales volverá a ser evaluado. Dentro de dos semanas quedarán exactamente dos semanas para el final de la temporada regular, por lo que varias fuentes apuntan que Irving podría no volver a jugar esta temporada.

Los Cavaliers se encuentran ahora mismo a 4.5 partidos de los puestos de Playoffs a falta de un mes de competición, por lo que sus posibilidades de alcanzar la postemporada son bastante remotas, más aún sin poder contar con su mejor jugador. Con este panorama, quizás en Cleveland empiecen a pensar más en conseguir el mayor número de bolas posibles para la lotería del próximo draft que en ganar partidos esta temporada.