En Portland necesitan urgentemente que LaMarcus Aldridge vuelva a jugar. El “power forward” tejano se lesionó la espalda tras sufrir una aparatosa caída frente aSan Antonio Spurs el pasado 12 de marzo,  y desde entonces los de Oregón han caído peligrosamente en la clasificación, pasando de disputarles el primer puesto del Oeste a Spurs y Thunder a pelear por la quinta plaza con Golden State y colocarse a apenas tres partidos de Phoenix Suns, noveno clasificado.

Ha sido el propio Aldridge quién ha declarado en una entrevista que espera jugar el próximo jueves en la visita de los Trail Blazers a Atlanta. “Si me encuentro lo suficientemente bien en el entrenamiento del miércoles, entonces jugaré” declaró el jugador “todo depende de lo que opine el equipo médico del equipo” añadió.

Según sus propias palabras, él quiso jugar el pasado martes frente a Orlando Magic, pero no podía correr. “Yo quería jugar, pero no podía correr”, dijo. “¿Si no puedes correr, que vas a hacer?”, sentenció visiblemente frustrado.

Es evidente que los Blazers no tienen ninguna oportunidad de llegar lejos en playoffs sin su ala-pívot All-Star, por lo que necesitan que vuelva lo antes posible, pero sobre todo que lo haga totalmente sano para seguir aportando al extraordinario nivel que lo estaba haciendo antes de la lesión, con 23.4 puntos, 11.1 rebotes y 2.7 asistencias de promedio en los 60 partidos que ha disputado esta temporada.