Minnesota no pudo completar el doblete texano y cayó ante los Houston Rockets con estrépito. Tras batallar 20 minutos, cedieron suficiente terreno para que el rival consolidará su terreno y se acomodara hasta terminar con una cómoda victoria por106-129. Los Wolves –y especialmente Ricky Rubio– notaron el efecto de dos noches en activo y la prórroga que necesitaron para doblegar a los Mavericks. James Hardenpuso los cimientos con 28 puntos y 8 asistencias y no necesitó pero pisó el parquet en el último cuarto (de la basura).

Revelación Gorgui Dieng

La ilusión duró un cuarto, lo que duró el primer tirón de los titulares de los Wolves. Desde la altura, con Kevin Love y Gorgui Dieng, los lobos aullaron en Houston aparentemente descansados. El senegalés (24 años, 2.11 metros) sustituyó a Nikola Pekovic por tercera jornada consecutiva y en un cuarto tuvo tiempo suficiente para ilusionar a sus compañeros (9 puntos y 9 rebotes). Terminó la primera mitad con 14 puntos, 10 rebotes y la realidad de frente: el equipo no daba para más.

El 'rookie' senegalés terminó con 22 puntos y 21 rebotes

Fue su noche y la aprovechó, sin la recompensa colectiva, con 22 puntos, 21 rebotes y 4 asistencias en 35 minutos que le dejaron exhausto. Es el primer debutante de Minnesota que consigue superar el 20-20 y el quinto jugador de la franquicia en hacerlo. Al menos, mostró todas sus credenciales de futuro y puso alguna duda sobre los pocos minutos que tenía asignados hasta día de hoy.

Rotundo Harden

Los Rockets dijeron basta cuando los suplentes de Minnesota tomaron una ventaja de diez puntos en el segundo cuarto. Tiempo muerto, arenga del entrenador y apenas un minuto después marcador igualado. En un abrir y cerrar de ojos los locales hicieron invisible al rival con un parcial de 17-0. Del 41-31 a 10 minutos del descanso se pasó al 41-48 a 6 minutos. La reacción de Rick Adelman, bipolar en las alineaciones, llegó tarde y los Wolves se fueron con 10 de desventaja a los vestuarios.Quedaba lo peor, el azote del back-to-back.

La estrella de Houston concluyó con 28 puntos y 8 asistencias

Para entonces la bestia había despertado. James Harden (28) empezó con cuatro pérdidas y terminó con 20 puntos en la primera mitad. En cuestión de segundos convirtió el desastre en concierto, completando una melodía a base de tiros que desbancó la pobre defensa de Minnesota. Los visitantes encontraron el límite y Houston se escapó en cuatro minutos a dos decenas. Kevin Love se esforzó en vano con 29 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias y la sorprendente ayuda del rookie Dieng.

Aletargado Ricky

No apareció, para nada, Ricky Rubio. El base español estuvo de nuevo espeso y poco agresivo, justo al contrario que en Dallas. Terminó con 5 puntos y 8 asistencias en 25 minutos de juego y recordó que en el tiro (2-6 en tiros de campo), su fiabilidad es cuestión de azar y no aptitud. El cansancio, para ser justos, fue un factor determinante para él y el resto del equipo.

Montiejunas aprovechó los minutos basura con 20 puntos

Houston, cuarto en el Oeste, no necesitó nada especial para ganar más allá del arranque de su estrella. Tampoco notó la ausencia de Dwight Howard bajo los tableros. Patrick Beverly (14 puntos) salvó el tirón inicial del rival y el resto de titulares complementó a Harden, todos endobles dígitos. En el último cuarto el lituano Donatas Montiejunas aprovechó los minutos extra para mostrar potencial con 20 puntos y 6 rebotes (mejor marca de su corta trayectoria).

Los mejores Wolves ganan de uno y los normales pierden de veinte o más

El balance final en Texas fue el siguiente: los mejores Wolves con el mejor Ricky pueden ganar de uno y tras una prórroga a los Dallas Mavericks (que no son nada del otro mundo); los peores (o regulares) junto al Ricky más trabado pueden y suelen caer con estrépito. De ahí su lugar en la conferencia, en medio de la nada y alejados de la lucha real por los playoffs. Hace nueve años que se repite la historia. Los Rockets, en cambio, buscan volver a tocar la gloria y van por el buen camino.

Fotos: @nbaplus y nba.com