El pívot de Golden State Warriors, Jermaine O'Neal, sufre un esguince de su tobillo derecho debido a un golpe en el pasado partido contra Los Ángeles Clippers contra Glen Davis. O'Neal no ha dudado en calificar la acción "una jugada sucia" por parte del pívot angelino. El pasado viernes se sometió a una resonancia magnética y espera estar en el definitivo séptimo partido en Los Angeles.

Será duda muy seria hasta última hora y sólo los muy optimistas piensan en que el jugador de Columbia pueda participar en el choque. Durante el triunfo de los Warriors por 100-99 en el sexto partido del pasado jueves, Davis bajó su hombro y chocó fuertemente con O'Neal mientras disputaba un rebote en el segundo cuarto de partido. El jugador de los Clippers se tuvo que retirar al vestuario con la ayuda de sus compañeros.

"A Dios no le gustan las cosas feas"

Posteriormente, O'Neal declaró para USA Today: "Siendo honesto, fue una jugada muy sucia. Quiero decir, no voy a ir a tirarme a las piernas de alguien de esa manera. Respeto a las personas y pienso que hay que tener cuidado con el cuerpo de cada uno". Añadió que "o tiene un equilibrio desastroso para ser un atleta profesional o fue una jugada sucia. A Dios no le gusta las cosas feas".

O'Neal, de 35 años, está promediando 7 puntos y 4 rebotes en la primera ronda contra Clippers de estos Playoffs. Este contratiempo es duro para Golden State ya se encuentra ahora mismo sin sus pívots Andrew Bogut aquejado de una costilla rota y Festus Ezeli debido a una operación de rodilla.