Los Pistons de Detroit han firmado una catastrófica temporada 2013-2014 . Con 29 victorias y 53 derrotas, los de Motown han quedado undécimos en la Conferencia Este, muy alejados de los Playoffs a pesar de lo ilusionante que era su proyecto con los fichajes de Josh Smith y Brandon Jennings.

La primera víctima del batacazo del proyecto estelar de los Pistons fue su ex entrenador, Maurice Cheeks, que fue destituido en plena temporada regular. John Loyer fue el sustituto interino para lo que restó de temporada, y ahora, con la campaña finalizada para ellos, ha aparecido por fin el que será el nuevo líder del equipo. Se trata de Stan Van Gundy, que se convierte en entrenador y presidente de operaciones.

Van Gundy era el objetivo de varias franquicias como los Warriors, pero finalmente se ha decantado por el proyecto de Detroit. El entrenador tiene un currículum envidiable, con un balance en temporada regular de 371 victorias y 208 derrotas (64,1 %). Se estrenó como “head coach” con los Miami Heat, a quienes entrenó dos temporadas del 2003 al 2005. Su periodo más exitoso llegaría después, cuando dirigió a los Orlando Magic desde el 2007 hasta el 2012. Con la franquicia de Florida registra 259 victorias y 135 derrotas (69,2 %), llegando a Playoffs en todas las campañas en las que estuvo al frente y llevando incluso en 2009 a su equipo a las Finales de la NBA.

Apoyados en este historial donde predominan las victorias frente a las derrotas, los Pistons esperan tener en Van Gundy al hombre que sepa redirigir a un grupo del que se espera mucho más. Con Jennings y Smith en baja forma, la explosión de Drummond, la duda de la continuidad de Monroe y la necesidad de construir un bloque ganador, ahora está en manos del nuevo entrenador de Detroit demostrar si es la pieza que faltaba en el puzzle.