Biografía

Kyle Anderson nació en New York el 20 de septiembre de 1993 y creció en Fairview, New Jersey. Empezó a jugar al baloncesto prácticamente desde el mismo momento que comenzó a andar. Proviene de una familia con gran tradición deportiva. Su abuelo, Cliffton Anderson, jugó profesionalmente al fútbol americano en los años 50 con los Chicago Cardinals y los New York Giants de la NFL.  Su padre, un conocido entrenador de baloncesto de High School en New Jersey, se empeñó en que el pequeño Kyle jugará de base a pesar de que superaba en altura a la mayoría de niños de su edad, lo que potenció sus habilidades como “playmaker” . Destacó en el St. Anthony High School de New Jersey y en 2012, tras recibir ofertas de grandes universidades como Seton Hall, Georgetown o Florida, finalmente se enroló en las filas de UCLA donde en poco tiempo se hizo con el puesto de base titular y consiguió varios premios individuales a nivel nacional.

Trayectoria esta temporada

La 2013-2014 ha sido la mejor  de las dos temporadas de Anderson con los Bruins. Ha mejorado prácticamente todas sus estadísticas con respecto al año anterior. Con unos promedios de 14.6 puntos, 8.8 rebotes y 6.5 asistencias y un incremento en el porcentaje de acierto en tiro con respecto a su temporada freshman del 21% al 48%, fue incluido en el Tercer Mejor Equipo All-American, en el Primer Equipo All Pac 12 y nombrado Jugador Mas Valioso del Torneo Pac 12 2014, siendo el primer jugador en la historia del torneo en conseguir 200 rebotes y 200 asistencia en una misma temporada.

Ha finalizado su temporada sophomore con 36 partidos, todos ellos como titular, con las estadísticas más cercanas al triple doble de todo el país, 14.6 puntos, 8.8 rebotes, 6.5 asistencias, 1.8 robos de balón y 0.8 tapones.

Virtudes

Su gran altura para ocupar el puesto de base puede ser una ventaja. Aunque no es muy rápido, sabe utilizar perfectamente su altura y sus largos brazos para penetrar y definir cerca del aro. Es un jugador muy inteligente y con gran conocimiento del juego, lo que le permite ocupar siempre una posición ventajosa en la cancha tanto en ataque como en defensa. Se trata de un excelente reboteador, aunque probablemente su mayor virtud es la visión de juego y la capacidad de pase, además de un excelente manejo de balón.

Defectos

Su apodo, “Slow-Mo” (Cámara lenta), habla por sí solo del estilo de juego de Anderson. Tiene un ritmo muy particular de juego, que aunque seguro y efectivo, es lento y muy metódico. También se le achaca falta de explosividad, cualidad que en una liga tan física como la NBA puede ser muy útil. El tiro exterior tampoco es uno de sus fuertes. Aunque ha mejorado mucho en este aspecto en la última temporada, tiene una mecánica de tiro algo lenta. El apartado defensivo es quizás el que mayores dudas despierta. El hecho de ser más alto que la mayoría de los bases hace que también sea algo más lento en sus movimientos laterales y de arrancada, lo cual  puede suponer un problema a la hora de defender a bases más rápidos y explosivos, mayoría en la NBA.

Previsión en el Draft: Elección (16-20)

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Sobre el autor
Juanfran de Haro
Contador de historias, reflexiones y noticias sobre la NBA, de la que soy fiel seguidor desde la mas tierna infancia. Coordinador de NBA VAVEL. Editor y autor en vavel.com y nbastorytelling.