A pesar de que Los Ángeles Lakers no hayan conseguido traer a Carmelo Anthony o alguna otra superestrella de la talla del alero, las oficinas de la franquicia angelina no han parado ni un segundo desde que diera comienzo la agencia libre.

Primero, el equipo directivo se movió agilmente para renovar a Jordan Hill y Nick Young con sendos contratos multianuales. A continuación, Kupchak y los suyos oficializaron la adquisición de Jeremy Lin y los derechos de varias rondas del draft. Si bien todo parecía indicar que los Lakers no se iban a hacer con ningún jugador de renombre, los movimientos de la dirección laker están resultando, al menos, efectivos y racionales.

A estas sonadas operaciones se ha sumado la de Carlos Boozer. El jugador nacido en Alemania fue amnistiado el pasado martes por los Chicago Bulls para crear espacio salarial para el nuevo contrato de Pau Gasol. Curiosamente, ha sido el exequipo del catalán el que se ha fijado en Boozer para suplirlo.

Aunque el interior de 32 años ha ido viendo cómo su producción disminuía año tras año, sigue contando con un gran poderío en el poste bajo. Esta última campaña en los Bulls, Boozer se fue hasta los 13'7 puntos y 8'3 rebotes por noche. Teniendo en cuenta que los Lakers acabaron 25º en el ranking de rebotes por partido, esta puede ser una gran incorporación bajo los tableros para los de púrpura y oro.

Además, Boozer puede convertirse en un referente en la pintura de los Lakers, al menos en cuanto a veteranía se refiere. Dado que Julius Randle está predestinado a dejar huella en su primer año en la NBA, todo parece indicar que Boozer podría darle algunas lecciones sobre cómo mejorar su juego y su producción para el equipo.

El contrato se ha cerrado en 3'25 millones de dólares, un precio que parece óptimo para un jugador del calibre de Boozer -cabe tener en cuenta que el resto de su salario corre a cargo de los Bulls-. Este movimiento aporta un jugador de calidad a una plantilla que, a día de hoy, está muy necesitada de este apartado.

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Sobre el autor
Álvaro García San José
Traduciendo mi pasión en rutina. Allá donde haya una canasta.