Aproximadamente un mes para que comience la NBA, los equipos van perfilando sus plantillas, pero no solo para esta campaña si no para las siguientes. En esas está Portland, que ha querido asegurarse a Damian Lillard, por lo menos durante dos campañas más, ya que después se reestructurará el tope salarial de la liga.
Muchos fueron los críticos que mostraron su inquietud cuando los Blazers eligieron en el puesto número 6 del draft a Lillard, pero temporada tras temporada, el base ha demostrado ser uno de los mejores en su posición, con un gran lanzamiento de tres y una capacidad sobresaliente de manejar el timón del equipo con mucha facilidad. En el recuerdo de este año, como no, la canasta que sirvió para eliminar a los Rockets del playoff y que dio billete a Portland para jugar la siguiente ronda contra San Antonio
Equipo potente y escuderos de lujo
Estamos ante uno de los mejores bases de toda la liga pese a su juventud, pero el potencial de Portland no queda ahí. La dupla Aldrige-Lillard es una pesadilla para cualquier entrenador rival, pero los Batum, Matthews, Steve Blake o Robin López, muestran la verdadera calidad de un equipo, que poco a poco tiene que dar un paso adelante y mostrarse como aspirante por qué no a ganar un anillo en un corto plazo.
La participación del equipo en los últimos playoffs fue buena, eliminando a uno de los que parecían favoritos al título como los Rockets con Harden-Howard como gran amenaza. Pero los actuales campeones, San Antonio Spurs, fueron demasiado para estos precoces Portland, que acabaron eliminados por 4-1.