La pasada madrugada se vieron las caras dos equipos llamados a luchar por el liderato en la División del Pacífico, los Golden State Warriors y Los Angeles Clippers. En esta ocasión la victoria fue para los de Oakland, por 125-107, liderados por un gran Stephen Curry, aunque los angelinos no pudieron contar con sus dos mejores jugadores, Chris Paul y Blake Griffin. Con este triunfo, los pupilos de Steve Kerr alcanzan las cinco victorias en pretemporada, para un récord de 5-2, mientras que los Clippers se quedan con un pobre 1-5, y dejando malas sensaciones de cara a la temporada regular que arranca en menos de una semana.

Los Clippers comenzaron dominando

En los primeros compases del choque los hombres de Doc Rivers llevaban el peso del partido, con un buen Cunningham en la dirección y un acertado Redick desde el perímetro. En los locales, Stephen Curry lideraba las operaciones ofensivas, bien secundado por David Lee. La mejor noticia para los Warriors en este primer cuarto fue la vuelta a las canchas de Festus Ezeli, que jugaba su primer partido en 17 meses tras su sufrir una grave lesión de rodilla. El pívot, que además celebraba su 25 cumpleaños, aportó 10 puntos desde el banquillo y un gran trabajo en defensa, reemplazando a la perfección a Andrew Bogut, que por enfermedad no estaba disponible para el partido.

En los Clippers, las bajas de sus dos mejores hombres, Paul y Griffin, no parecieron notarse en estos primeros doce minutos, gracias al buen trabajo de Cunningham desde el puesto de "1" y a la gran labor de Jordan debajo de los tableros. Hawes, un jugador llamado a hacer una gran labor entrando desde el banco en temporada regular, también hizo un buen partido, aunque, al igual que sus compañeros, no tuvo su día en el lanzamiento a canasta.

El encuentro se rompió en el segundo y tercer cuarto

Los Warriors endosaron un parcial de 70-52 a los Clippers entre el segundo y tercer cuarto, gracias a su gran porcentaje en el tiro (superaron el 59% de acierto, tanto en tiros de campo como en triples). Tras un primer cuarto de mucha igualdad, Curry asumió el mando del partido, liderando a los suyos en la anotación y haciendo jugar a sus compañeros. Los Clippers, en los que solo Cunningham y alguna canasta "marca de la casa" de DeAndre Jordan mantenían el nivel, se fueron del encuentro con el paso de los minutos, lastrados por su poco acierto en el tiro y por la poca aportación de los hombres que entraban desde el banquillo.

Todo lo contrario de lo que sucedía en el conjunto local, que tenían a Curry como principal estilete, pero que además contaron con hasta siete jugadores que llegaron a las dobles figuras. El base de los Warriors anotó 27 puntos, con un 9-13 en tiros de campo y un gran 4-5 en triples, y apuntilló a los angelinos en los últimos compases del tercer cuarto, para dejar el partido visto para sentencia. La conexión Curry-Thompson (Splash Brothers) no funcionó en el día de hoy, pero apenas se notó en el desarrollo del partido, ya que todos los jugadores que salieron al parquet anotaron al menos una canasta.

En el último periodo los de Kerr se dedicaron a controlar el choque, gracias a la diferencia que habían logrado en los dos cuartos anteriores, con los jugadores menos habituales en la cancha, como Barbosa, Holiday o Kapono. Los Golden State Warriors sumaban su quinta victoria de la pretemporada, dejando muy buenas sensaciones de cara a la temporada regular, mientras que los Clippers, que no acaban de encontrar su mejor juego, no consiguieron despejar las dudas que había puestas sobre ellos. La próxima cita para los de Oakland llegará el viernes ante los Denver Nuggets, en lo que será su último partido de pretemporada. Por parte de los angelinos, tendrán una nueva oportunidad de mejorar su juego la próxima madrugada ante los Phoenix Suns.