La última jornada de la pretemporada nos dejaba un duelo apasionante en el Oracle Arena, donde se enfrentaban los Golden State Warriors y los Denver Nuggets, dos equipos que practican un juego rápido y alegre y que están llamados a "dar guerra" en su Conferencia. Los pupilos de Steve Kerr están considerados como una de las alternativas al poder en la costa oeste, con una plantilla joven y Stephen Curry a la cabeza, pero que ya ha demostrado que puede ganar a cualquier equipo de la liga. Por su parte, los Nuggets quieren volver a los puestos de privilegio del oeste, lugar que ya han visitado en otras ocasiones, pero al que no pudieron acudir la temporada pasada, lastrados por las lesiones.

Los últimos ajustes

En el último partido de la pretemporada, ambos entrenadores plantearon el encuentro para hacer las probaturas definitivas de cara a la temporada regular. Kerr mantenía la idea que ha introducido durante las primeras semanas de competición, dar entrada a Harrison Barnes en el quinteto titular y utilizar a Andre Iguodala como sexto hombre, saliendo desde el banquillo. Mientras, Brian Shaw optó por dar descanso a sus mejores jugadores, Kenneth Faried y Ty Lawson, y dar la aternativa a los hombres que van a tener pocos minutos durante la temporada, como Alonzo Gee, Gary Harris o Jusuf Nurkic.

Los Warriors salieron mucho más concentrados al parqué que su rival, con Stephen Curry llevando la manija del juego, y con Klay Thompson y David Lee como ejecutores. El base de Ohio no tuvo su mejor noche en el tiro (5-15 en TC), pero aportó 11 asistencias e hizo jugar a sus compañeros. La entrada de Iguodala dotó de intensidad al conjunto californiano, aportando poco en el aspecto anotador, pero con un gran trabajo en defensa y en la dirección (siete asistencias). Por parte de los Nuggets, los hombres que entraban desde el banquillo mantenían a los suyos en el partido, con Foye y Robinson a la cabeza.

Un Klay Thompson imparable

El escolta de Los Angeles llevó el peso de su equipo en la anotación (35 puntos), en especial en el tercer cuarto, donde aportó 15 puntos, bien secundado por Andrew Bogut, una de las piezas clave del equipo de Kerr. El pívot estuvo imperial en ambos lados de la cancha, con una tarjeta perfecta en el tiro a canasta (6-6 en TC), con su habitual trabajo defensivo (ocho rebotes), y haciendo jugar a sus compañeros (ocho asistencias). Desde el banquillo, los 15 tantos de Barbosa también fueron importantes en el triunfo, además de la aportación de Festus Ezeli, que tan solo jugó tres minutos, pero que ha vuelto a sentirse jugador de baloncesto tras estar más de un año fuera de los terrenos de juego debido a una grave lesión de rodilla.

Los locales llegaron al último periodo con una cómoda ventaja, 93-80, pero la ofensiva de los hombres de Denver, Foye, Robinson y el novato Nurkic, les volvió a meter de nuevo en la lucha por la victoria. Sin embargo, los de Kerr supieron controlar el juego y sentenciar el encuentro, con un inspirado Klay Thompson como principal estilete en ataque. Los jugadores de Shaw hicieron un buen partido, pero les lastró su poco acierto en el tiro, sobre todo el de tres (30% de acierto). En los de la bahía de San Francisco vivieron del gran encuentro de su escolta, y pieza secundaria de la conexión Splash Brothers que forma con Stephen Curry.

Con esta victoria los Golden State Warriors cierran la pretemporada con un récord de 6-2, dejando muy buenas sensaciones, tanto en el juego de ataque, donde ya eran uno de los mejores equipos de la liga, como en defensa, el aspecto a mejorar para el presente curso. En el bando visitante, los Denver Nuggets no han tenido un buen inicio de competición, sumando seis derrotas en ocho partidos disputados. Los del estado de Colorado se han centrado en recuperar a dos piezas que el año pasado no estaban disponibles por lesión, Danilo Gallinari y Javale McGee, que les pueden llevar al siguiente nivel y así volver a la lucha por entrar en los Playoffs.