Pocos son los días que faltan para que una nueva de la temporada arranque, y para ello los equipos la preparan con mimo en la pretemporada. En este caso, tanto Minnesota Timberwolves como Chicago Bulls han sufrido una serie de cambios en verano que les hace tener que probar muchas cosas.

La marcha de Kevin Love a los Cavaliers y la llegada de Pau Gasol a los Bulls son los cambios más sustanciosos en ambos equipos, pero hasta el momento los Wolves acumulaban antes de este partido un total de cuatro victorias y dos derrotas, mientras que los Bulls contaban con cuatro victorias y tres derrotas.

Desde St.Louis, Tom Thibodeau alineaba un equipo formado por: Dunleavy, Gasol, Noah, Hinrich y Rose, mientras que por su parte Saunders ponía de inicio en los Wolves a: Brewer, Young, Pekovic, Martin y Ricky Rubio.

Ricky y Young comienzan mandando

En los primeros compases del encuentro, eran los Wolves de la mano de Ricky Rubio los cuales marcaban la pauta en el marcador. A pesar de la buena actuación del base en el comienzo, Thadeus Young se unía a él para estar tras cuatro minutos ganando por tres puntos de ventaja, algo que se iría manteniendo y aumentando hasta el 19-14 a cinco minutos del final del primer cuarto.

Marcando el ritmo tanto de su equipo como del partido estaba Ricky Rubio, el base español terminaba el primer cuarto con ocho puntos, acompañado por Young con once, lo cual hacía que los Bulls mandasen en el marcador por 35-31.

Entretenido partido al descanso

Tal y como el primer cuarto, el segundo arrancaba con los Bulls buscando reaccionar en el marcador de la mano de Derrick Rose, tras la serie de lesiones sufridas por el base, su versión vuelve a ser la de antaño tirando del carro. A pesar de eso, Corey Brewer y Anthony Bennett contestaban rápidamente a lo que realizaba la estrella de los Bulls.

Según pasaban los minutos el marcador se iba acercando e igualando con una buena serie de cambios en el liderato, pero teniendo en cuenta que los suplentes estaban en cancha lo mejor estaba por llegar. Al final, el partido se iba al descanso con un meritorio empate a 64 puntos que hacía patente la igualdad del choque.

El partido volvía del descanso con dos fallos consecutivos de Ricky Rubio en el tiro, seguidos ambos de dos grandes rebotes ofensivos de Nikola Pekovic, los cuales rápidamente eran contestados con un tapón de Pau Gasol. A poco más de siete minutos para el final del tercer cuarto, Saunders se veía obligado a pedir tiempo muerto debido a que los Bulls se iban en el marcador hasta por siete puntos.

Al final del tercer cuarto, el marcador se disparaba en favor de los Chicago Bulls por 83-91, una diferencia recortada gracias a un lanzamiento de dos puntos acertado de Ricky Rubio sobre la bocina, algo que insuflaba confianza a unos Wolves que habían ido perdiendo fuelle poco a poco según avanzaba el partido.

El último y devisivo cuarto arrancaba con ganas por parte de los Bulls, ya que en la primera jugada Doug McDermott conseguía anotar un dos más uno, tras forzar la falta de Chase Budinger. A pesar de eso, Mo Williams contestaba de manera rápida para ir recortando la desventaja.

Minnesota remonta con coraje

Tras pelearlo e ir poco a poco recortando puntos en el marcador, a falta de poco más de dos minutos para el final, los Wolves se ponían por delante en el marcador gracias a un lanzamiento certero de Anthony Bennett, el cual aprovechaba muy bien las faltas sufridas por los adversarios.

Tirando de orgullo y casta, los Minnesota Timberwolves se conseguían imponer por 113-112 gracias a cuatro puntos de Zach LaVine en los últimos compases del partido. Mike Dunleavy, lo intentó de tres puntos sobre la bocina pero el balón se iba al hierro terminando con la bonita victoria de los Wolves dirigidos por un gran Ricky Rubio.