Dallas Mavericks ha estrenado en esta temporada 2014/15 su casillero de victorias, y lo ha hecho en detrimento de Utah Jazz por 120 a 102. Un partido decidido cuando no se habían jugado ni 10 minutos, que Dallas supo resolver con eficacia y Utah comenzó a disputar pasada la media parte.

Inicio fulgurante y ducha fría

El partido empezó donde le gusta a Mark Cuban, con un Dirk Nowitzki enchufado al 100%. Anotó 5 de 6 intentos en los primeros compases para un total de 11 puntos en ese período. Ya estaba encarrilado. Y si a eso le sumamos que Chandler Parsons, que había errado sus primeros lanzamientos, también carburaba desde pronto quería decir que los Jazz debían ponerse pronto a trabajar si no querían que los plomos se les fundieran nada más empezar. Y los últimos minutos fueron peores aún, donde ya se notaba una diferencia peligrosa en el luminoso. El primer acto terminaría con 36-20.

Sumaba y seguía Dallas Mavericks en el segundo también. Jameer Nelson manejaba el tempo del partido a su antojo y había más gente que se sumaba a la fiesta: Tyson Chandler por dentro y Monta Ellis por fuera. Por Utah Jazz, sólo acciones aisladas de Gordon Hayward y Trey Burke. La desventaja no crecía tanto, pero crecía. Al descanso, con 69-44, el panorama era desolador.

En el tercer cuarto las cosas cambiaron. Utah por honor y Dallas por no quemarse igualaron ritmo y los Jazz comenzaron a tomar un poco de aire. La segunda unidad al completo de los locales hizo su aparición, lo que dio buenos minutos a hombres como Aminu, Harris o Wright. Con todo y con ello, el equipo de Salt Lake City rebajaba la diferencia en buena manera. Jugadores como Burks o Favors se entonaban, pero parecía demasiado tarde. 93-73 y muchos minutos de la basura.

Nos habíamos quedado sin partido, tiempo para ver si alguno de los nuevos destacaba. Para mal, Dante Exum (1/4 en tiros) y Rodney Hood (0/7 en tiros); para bien, que José Juan Barea ya estaba nuevamente integrado en sus queridos Mavs. El último tramo de partido, lenta agonía tanto para espectadores como para aficionados jazz. 120-102 fue el resultado final.

Los Jazz estuvieron desacertadísimos. En un ritmo de progresión a muchos puntos y sin defensas, el equipo igualó el récord de la franquicia de más triples intentados. Enchufaron 14, pero la selección no fue la más adecuada. Una de las claves junto a la nula aportación del banquillo de Snyder. Los mormones son una de las plantillas más jóvenes, pero se espera que puedan compenetrarse antes de que los partidos se les vayan de las manos y puedan ir superando partidos con presión. Carlisle, por su parte, se pudo permitir el lujo y la tranquilidad de dar minutos a sus 12 jugadores.

Se separan los caminos

Ambos equipos llegaban con 0-1 tras haber perdido su partido de apertura. A partir de aquí, Utah queda con 0-2 y Dallas con 1-1. Suena a cómo se ha planteado la temporada en ambas ciudades: los Mavericks deberían estar en la frontera de los disputados Playoffs del Oeste, mientras que los Jazz buscan cohesionarse, crecer y aprender juntos para no acabar con un abultado número de derrotas.

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Sobre el autor
Miguel Maestre Fernández
Amante de los pases al hueco, los tapones y otros géneros denostados