Tres jornadas disputadas y ya se ha escuchado en dos ocasiones la palabra fractura acompañada del hueso de algún jugador importante. Si la jornada inaugural nos dejó la devastadora noticia de la fractura de tibia y consecuente baja para toda la temporada del rookie de los Lakers, Julius Randle, dos días después los aficionados a la NBA despiertan con otro de esos titulares que no quisieran leer nunca: Russell Westbrook sufrió una fractura en el dedo índice de la mano derecha la pasada madrugada durante la derrota de OKC 93-90 frente a los Clippers en el Staples Center, según comunicó Scott Brooks. No se ha concretado una fecha de retorno para el jugador, aunque por el tipo de lesión podría perderse entre seis y ocho semanas de competición.

La lesión se produjo cuando Westbrook salto en la pelea por un rebote y el dedo índice de su mano derecha se enganchó en la camiseta de Kendrick Perkins, quien también peleaba por el rebote. Una jugada fortuita que le produjo la fractura del segundo metacarpiano de la mano derecha obligandole a abandonar el partido mediado el segundo cuarto.

Con Durant fuera por una fractura en el pie, la lesión de Westbrook supone un autentico palo para Oklahoma. Los dos mejores jugadores del equipo en la enfermería dejan huérfana, no sólo a una de las franquicias llamadas a pelear por el anillo, también a una liga que no podrá contar con dos de sus más rutilantes estrellas por una buena temporada.