Dallas Mavericks se encontró con un auténtico puerto de primera categoría del Tour de Francia. Los de Rick Carlisle supieron aguantar las primeras rampas, pero conforme aumentaban los kilómetros en las piernas, el cansancio aumentaba.  Los Mavericks se marcharon arriba al descanso. De nuevo mostrando una gran versión de juego. Sin embargo la pendiente fue demasiado. El puerto pudo con ellos. En el segundo acto solo anotaron 39 puntos por los 62 concedidos.

Los de Texas sufren si Nowitzki no está acertado. Como anoche. El alemán hizo 17 puntos con un pobre 35.3 % de acierto. Tampoco Ellis o Parsons lograron aportar en la canasta contraria. Un paupérrimo cinco de 23 en triples fue sintomático. Eso y la escabechina en rebotes. 19 capturas más lograron los de casa. El back-to-back no sentó bien a Dallas.

Portland supo guardar fuerzas para llegar a la cima. De hecho superaron en casi veinte puntos de acierto a su rival. Aldridge aprovechó el mal día de Nowitzki para anotar diez de los 16 tiros intentados.  Pero no fue el único. Lillard empieza a coger tono. 18 puntos para el base que deslumbró en la “Rip City” el pasado curso. El novato del año 2013 ha empezado la temporada errático y con él su equipo.

El primer cuarto fue un espejismo de lo que sería el resto del partido. Intercambio de canastas hasta la irrupción de un gran Nowitzki. Un triple suyo abriría el marcador a favor de los de Carlisle. Monta Ellis se pondría el mono de trabajo en ese momento. Sin embargo Lillard y Batum quisieron tirar del carro para evitar una distancia mayor. Tan solo la segunda unidad de Dallas logró abrir hasta cuatro puntos el marcador. La tónica fue la misma hasta el descanso. Una guerra en cada canasta por anotar. Cada punto era oro.

Cambio de tendencia al salir de vestuarios

Portland aumentó la concentración y el nivel defensivo. Esta fue la clave del partido. Terminó por deshacer a Dallas. Unos Mavericks que no tenían su día en ataque. Además de una segunda unidad que no aportó. Ni siqueira el recién llegado Barea. El revulsivo del puertorricense no llegó. Sí lo hicieron Chris Kaman y CJ McCollum para Portland.

Batum desactivó a Parsons en ataque y creció en el tercero. 35 puntos locales por 18 visitantes. El partido roto. Y demasiado cuesta arriba para Dallas.

Los últimos doce minutos debían ser excelentes, si Dallas quería sumar otro triunfo. Nada más lejos de la realidad. Portland siguió como un martillo pilón. Una victoria para los Blazers que llega como agua de mayo tras vencer a Cleveland. Línea ascendente un Oeste más salvaje que nunca.