Los Cleveland Cavaliers ganaron a los New Orleans Pelicans por 118 a 111 en un partido que destacó por su alto ritmo ofensivo. Los hombres de David Blatt venían de una más que necesaria victoria (1-3 como arranque) frente a los Nuggets en Denver el pasado viernes. Los de Ohio contaban con la baja del escolta Dion Waters debido a unas molestias en la espalda por culpa de un golpe que sufrió en el partido contra Denver a causa de una falta flagrante del ala-pívot Darrell Arthur. La baja de Waiters se une a la baja del base australiano Matthew Dellavedova que se espera que esté apartado de las pista durante al menos seis semanas. La baja de Waiters se espera que sea más corta y de menos gravedad. Por su parte el conjunto visitante, venía de vencer el pasado sábado por la mínima a los vigentes campeones en el AT%T Center gracias a una canasta de Anthony Davis a falta de seis segundos para la conclusión del encuentro.

El primer cuarto marcaría la tónica que seguiría todo el encuentro, un ataque fluido por parte de ambos equipos donde la defensa brillaba por su ausencia. Los Cavaliers comenzaron el partido con un rápido parcial de 7-0 que inmediatamente fue contestado por el equipo visitante. A falta de algo más de seis minutos para la finalización del cuarto, los reservas de los Pelicans salían a la pista aportando frescura, descaro y sobre todo acierto desde el perímetro (dos triples Ryan Anderson y dos Austin Rivers). Con 10 puntos, Anderson se convertía en el máximo anotador a la conclusión del cuarto.

Aprovechándose del acierto de cara al aro y de salir con una marcha más que sus rivales, los Pelicans consiguieron una renta de 12 puntos (42-30) a falta de siete minutos para el descanso. LeBron volvía a la cancha y bajo su dirección los Cavs conseguían volver a meterse en el encuentro. Cinco puntos en el último minuto de Jrue Holiday unidos al acierto de un desatado Ryan Anderson (23 de sus 32 puntos al descanso) hacían que los de Nueva Orleans se marchasen a los vestuarios venciendo por cinco puntos (56-51). El cuarto se cerró con una bandeja sobre la bocina del novato Joe Harris tras un precioso pase de LeBron.

Un decisivo Kyrie acaba con las esperanzas de Davis y sus Pelicans

Los Cavaliers salieron del vestuario con una mentalidad diferente a la mostrada en el primer tiempo y liderados por James e Irving (17 y 13 puntos en el cuarto) volvieron a hacerse con el control de marcador. El ataque de los de David Blatt fluía por sus tres piezas claves, el acierto de Love desde la línea de tres (6/9), y la dirección compartida entre Kyrie y LeBron. El de Akron involucraba más a sus compañeros mientras que el base de origen australiano ponía al público en pie con canastas imposibles y su increíble manejo de balón. Por parte de los Pelicans, Anderson frenó su racha anotadora y Davis dio un paso al frente manteniendo a su equipo en el partido bien secundado por Holiday. A falta de tres segundos para el final del tercer cuarto LeBron se colaba entre John Salmons y Omer Asik para machacar y poner al público en pie. Los Cavs se marchaban venciendo por seis puntos (85-79).

El último cuarto fue un intercambio de canastas entre ambos equipos. Davis, Anderson y Holiday daban a los locales esperanzas mientras que LeBron y un heroico Irving (14 puntos en el último cuarto) mantenían a los de Cleveland por delante en el marcador. A falta de 5 minutos para el final un parcial de 12-4 (liderado por dos triples y un 2+1 de Irving y un triple de Love) ponía a los de Blatt 110 a 99, haciendo esta una distancia ya casi insalvable. De nada sirvió el esfuerzo de Anderson (32 puntos) y Davis (27 puntos, 14 rebotes, cuatro robos, cuatro asistencias y tres tapones).

Con la victoria del lunes pasado los Cavs recuperan el 50% de victorias (3-3) y disponen de tres días de descanso hasta su próximo partido el viernes 14 en el TD Garden contra los Boston Celtics. Por el otro lado, los prometedores Pelicans también se colocan con un récord de (3-3) y reciben el próximo miércoles 12 a Los Angeles Lakers de Kobe Bryant.