En el Madison Square Garden se veían las caras dos conjuntos con objetivos muy distintos para la presente temporada, los New York Knicks y los Orlando Magic. Los neoyorquinos, con la meta de luchar por entrar en Playoffs a final de curso, no han comenzado el año de la mejor manera posible, ganando dos de los primeros tres partidos, pero cosechando cinco derrotas de manera consecutiva. Fisher no podía contar con los lesionados José Calderón y Andrea Bargnani.

Por otra parte, los Magic llegaban a Nueva York con buenas sensaciones después de haber conseguido dos triunfos en la última semana. Los de Florida no podían contar con el lesionado Victor Oladipo, pieza clave en el juego exterior, pero si con Vuvecic y Fournier, los dos mejores jugadores del conjunto de Orlando en estas dos primeras semanas competición.

Igualdad desde los primeros compases

Desde los primeros compases del partido se pudo observar que el choque estaría marcado por la igualdad, con unos atrevidos Magic , que querían llevar el peso del juego, y con unos Knicks que vivían de las individualidades, especialmente de Carmelo Anthony. Los ataques se impusieron a las defensas en estos primeros doce minutos, con una ligera ventaja para los visitantes, 27-31, liderados por el francés Fournier, que anotó 15 puntos en este primer periodo.

En el segundo cuarto el gran protagonista fue Tobias Harris, que anotó 10 puntos de manera consecutiva, en su vuelta a casa. En los Knicks, Carmelo Anthony (27 puntos) y la entrada de J.R. Smith (19 puntos) y Stoudemire desde el banquillo, llevaban la manija del juego. Después de 24 minutos de encuentro, los Magic dominaban el marcador, 50-56, aunque la igualdad era la tónica predominante.

Los Knicks mejoraron tras el descanso

Tras el paso por los vestuarios, los New York Knicks dieron un salto de calidad, ajustando en defensa y mejorando en el aspecto anotador. El famoso triángulo pasó a un segundo plano, y la estrategia ofensiva se basó en aclarados para Carmelo, que, como viene siendo habitual, volvió a liderar el ataque de los neoyorquinos, con la única ayuda de J.R. Smith. Los triples de Anthony permitían que los Knicks gozasen de las primeras diferencias del encuentro, llegando al último cuarto por delante en el marcador, 76-74.

En los primeros compases del cuarto y definitivo periodo, Carmelo Anthony, lastrado por las faltas, se vio obligado a pasar más minutos de la cuenta en el banquillo, lo que aprovecharon los Magic para meterse en la lucha por la victoria, liderados por Vucevic (20 puntos y 13 rebotes), claro dominador de la pintura, y Fournier (28 puntos). Los últimos minutos del choque reflejaron la situación que viven los Knicks, con ataques sin "pies ni cabeza". Los visitantes, con acciones más lógicas, consiguieron marcharse en el marcador con un parcial de 8-2 liderado por Fournier.

Lo único destacable de los de Fisher en estos últimos tres minutos fueron un espectacular mate de Shumpert (10 puntos) y un gran triple de Carmelo Anthony, a falta de poco más de cinco segundos para el final, que mantenía vivas las opciones de victoria de los locales, 95-96. Con tan solo 3.5 segundos por jugar y con 95-97 en el marcador, los Knicks tenían la posesión para ganar el encuentro o para forzar la prórroga. J.R. Smith, en un ataque sin mucho sentido, fue el encargado de jugarse el triple final para buscar el triunfo, pero no acertó con el aro visitante. Los Magic se llevaban una gran victoria del Madison.

Los New York Knicks sufrían su sexta derrota de manera consecutiva y dejando muy malas sensaciones, sobre todo en ataque, ya que son el único equipo de la liga que todavía no ha conseguido anotar 100 puntos en ninguno de los partidos que han disputado. Por su parte, los Orlando Magic terminaban con una racha de cuatro derrotas consecutivas en el Madison, transmitiendo muy buenas sensaciones en el juego. Los de Florida tendrán la oportunidad de continuar con esta racha victoriosa el próximo viernes, cuando reciban a los Milwaukee Bucks en el Amway Center de Orlando.