Después de acumular un balance de siete victorias y tres derrotas, los Chicago Bulls se presentaban anoche en el Staples Center no para enfrentarse a Los Angeles Lakers, ex equipo de Pau Gasol, sino a Los Angeles Clippers, los cuales llegaban con un balance de cinco victorias y tres derrotados, siendo un importante candidato al ansiado anillo final.

Antes de arrancar el partido, los Chicago Bulls confirmaban que la vuelta de Pau Gasol a Los Angeles quedaba algo aguada, ya que sería baja por una distensión de gemelo, al igual que Derrick Rose, el cual tendría un día de descanso. Así, Tom Thibodeau sacaba un quinteto formado por Hinrich, Butler, Dunleavy, Noah y Gibson, mientras que Doc Rivers ponía en cancha de inicio a Paul, Griffin, DeAndre Jordan, Reddick y Barnes.

Inicio igualado en el Staples Center

El partido comenzaba de manera igualada pero teniendo a un jugador sobresaliendo por encima de todos, ya que si bien en un principio los Clippers caían por 8-9, pronto le daban la vuelta para imponerse con 16-12 en el marcador teniendo Blake Griffin nada más y nada menos que doce puntos. O lo que es lo mismo, tener tantos puntos como los Chicago Bulls en esos momentos.

No siempre encontraría Griffin tanta facilidad para anotar, por lo que los Chicago Bulls comenzaban a recortar puntos hasta terminar el primer cuarto con un marcador de 21-18 a su favor. Los Bulls eran un sólido equipo que no echaba de menos a dos de sus máximas estrellas, Pau Gasol y Derrick Rose.

Despiertan los Bulls

En los primeros compases del segundo cuarto demostraron tener el control absoluto del partido, sabiendo mantener las distancias en el marcador e incluso conseguir un parcial de ocho a cero por el cual se iban más allá de los siete puntos de ventaja. Obligaron a Tom Thibodeau a pedir tiempo muerto, para así intentar parar la sangría anotadora de los Clippers.

El tiempo muerto pedido por parte del entrenador de los Chicago Bulls parecía dar sus frutos esperados ya que los visitantes comenzaban a recortar puntos de manera rápida, hasta que a falta de menos de un minuto se ponían a tan solo dos puntos. Llegaron al descanso con la mínima victoria de Los Angeles Clippers por 50-48.

La remontada se hace realidad

Después de haber terminado el segundo cuarto de una manera más que decente, los Chicago Bulls proseguían añadiendo al juego intensidad y velocidad, haciendo que los Clippers fueran poco a poco perdiendo sus ideas. Con siete puntos abajo a falta de cinco minutos para el final del tercer cuarto, Doc Rivers se vio obligado a pedir tiempo muerto.

A pesar de que el entrenador de la franquicia angelina parase el partido para buscar cambiar el tono del partido, los Chicago Bulls le cogían el pulso al encuentro aumentando progresivamente las diferencias. Al final, los Bulls tenían una muy buena ventaja de quince puntos al terminar con 64-79 el tercer cuarto.

Paseo triunfal

Los últimos doce minutos del partido dejarían poco partido por ver, ya que los Chicago Bulls se dedicaban a aguantar la ventaja obtenida en el cuarto anterior. Los Clippers buscaban recortar la desventaja pero con cada canasta que anotaban los Bulls respondían al instante con un gran Jimmy Butler.

Al final, los Chicago Bulls conseguían una importante y sorprendente victoria por 89-105 ante Los Angeles Clippers, contando con las bajas de dos de sus máximas estrellas, Derrick Rose y Pau Gasol. Con este triunfo los de la Ciudad del Viento quedan con un balance ocho triunfos y tres derrotas, mientras que los angelinos cuentan con cinco victorias y cuatro derrotas.