Después de conseguir la victoria de manera in extremis ante los Cleveland Cavaliers, los San Antonio Spurs acudían hasta el Target Center, lugar donde se enfrentarían a los Minnesota Timberwolves, los cuales estaban aquejados de un sinfín de bajas por lesión.

Para este partido, Gregg Popovich alineaba de inicio a Boris Diaw, Tony Parker, Tim Duncan, Kawhi Leonard y Danny Green, teniendo las bajas de Thiago Splitter, Patty Mills y Matt Bonner. Por su parte, Flip Saunders ponía en cancha un quinteto inicial formado por Mo Williams, Corey Brewer, Andrew Wiggins, Shabazz Muhammad y Gorgui Dieng, teniendo las bajas de Nikola Pekovic, Ricky Rubio, Kevin Martin y Thadeus Young.

Plácido comienzo

En los primeros compases del partido, la igualdad se hacía notar en el marcador a pesar de que los Timberwolves no pudieran contar con cuatro de sus titulares. A poco más de siete minutos para terminar el primer cuarto, los Spurs tenían una ventaja de cinco puntos, siendo 17-22 el resultado que reflejaba el luminoso por aquel entonces.

El marcaje entre ambos equipos era regular durante todo este primer cuarto. A pesar de eso, a falta de menos de un minuto, Gorgui Dieng colocaba a los locales a solo dos puntos. Al final, los Spurs dominaban los primeros doce minutos de partido por 26-29, una diferencia escasa que reflejaba la igualdad.

Se amplían las diferencias

Al comenzar el segundo cuarto, los locales parecían cambiar las cosas ya que con una canasta de Robbie Hummel, los Timberwolves se ponían un punto arriba en el marcador. Estar por delante poco le duraría a los hombres de Flip Saunders, ya que con seis minutos para que el encuentro se fuera al descanso, los Spurs mandaban por 37-47, siendo una buena ventaja la que tenían.

La ventaja de diez puntos que tenían los hombres dirigidos por Gregg Popovich no haría otra cosa que crecer hasta que el partido se iría al descanso con la victoria de los San Antonio Spurs por 48-59, siendo Parker con 23 puntos el mejor del partido.

Rodillo visitante

En busca de no dar concesiones a los Timberwolves, los Spurs arrancaban de manera excelsa el tercer cuarto llegando a tener una máxima ventaja de veinte puntos, gracias al acierto en sus lanzamientos de Parker y Leonard.

Ante el buen juego que estaban desplegando los San Antonio Spurs, poco podían hacer unos Timberwolves que ante la baja de cuatro de sus titulares, se veían superados. Al final, el marcador al final del tercer cuarto era una victoria cómoda y ostentosa para los visitantes por 62-91.

Doce minutos y se acabó

Tras tener todo el trabajo realizado con muy buena nota en los cuartos anteriores, Gregg Popovich decidía comenzar a dar descanso a Parker, Duncan y compañia. A pesar de eso, las diferencian no dejarían de crecer hasta que llegaba a los treinta puntos en el ecuador del último cuarto.

A partir de ahí, se comenzaría a contemporizar el partido por ambas partes, llegando al final con un marcador de 92-121, siendo Tony Parker el mejor sumando un total de 28 puntos y 5 asistencias. Mientras, en los Timberwolves Anthony Bennett conseguía sumar su máxima anotación en un partido con 20 puntos.