Llegaban los Cleveland Cavaliers al encuentro de esta madrugada llenos de dudas y con la urgencia de retomar el camino victorioso para evitar seguir cayendo más abajo en la clasificación. Se iban a encontrar en el Quicken Loans Arena con unos Orlando Magic que se aferran a los puestos de playoffs gracias, otro año más, a las magníficas actuaciones de Nikola Vucevic.

En la previa del partido, David Blatt reconocía que se planteaba introducir a Mike Miller en el quinteto titular aunque finalmente no lo hacía, decidiendo apostar por el mismo de los últimos choques. Por su parte, LeBron James asumía todas las culpas de los últimos malos resultados y se autoexigía dar un paso al frente y ayudar al equipo a conseguir los objetivos.

Imparable LeBron desde el inicio

El jugador franquicia de los Cleveland Cavaliers quizás arengado por sus propias palabras, por la mala situación del equipo o viéndose muy lejos de su mejor versión, comenzó el partido de una manera imparable. Los 13 primeros puntos de su equipo llevaban, todos ellos, su firma: 11 de ellos anotados directamente por James, y los otros dos conseguidos por Varejao tras asistencia del número 23. Ante esta situación poco o nada podían hacer unos Orlando Magic, que además veían como un parcial de 14-2 a finales del primer cuarto y comienzos del segundo, provocaba que el equipo dirigido por David Blatt abriera una brecha importante en el marcador. Sólo un acertado Nikola Vucevic, otra vez pilar fundamental de su equipo, y un banquillo capaz de igualar lo que hacían los secundarios de Cleveland, eran capaces de mantener viva una mínima esperanza de remontada.

Juego coral y contraataque

Sin embargo, en el inicio de la segunda mitad la situación no mejoró nada para el equipo dirigido por Jacque Vaughn. A la mejor versión de LeBron James se unía una gran defensa local, que permitía puntos fáciles al contraataque, y un magnífico juego coral que desembocaba, mediado el tercer cuarto, en un fantástico dato: 20 de las 27 canastas anotadas por los Cavs hasta ese momento habían sido anotadas tras asistencia. Bajo este panorama, el partido quedó finiquitado al final de tercer cuarto, lo cual permitió a David Blatt ahorrarle minutos a sus hombres más importantes de cara a los exigentes partidos que se les avecinan en las próximas fechas (Wizards, Pacers y Bucks).

A destacar...

LeBron James. Tras asumir toda la responsabilidad por los últimos malos resultos, el número 23 habló donde deben hacerlo los jugadores: en la pista. Desde el inicio asumió todo el peso ofensivo e involucró a todos sus compañeros en la faceta anotadora. 29 puntos, cuatro rebotes, 11 asistencias y tres robos en 31 minutos de juego. Una auténtica exhibición.

Nikola Vucevic. Es la gran esperanza y el pilar fundamental de estos Orlando Magic. Esta temporada está viviendo en un permanente doble-doble y el partido de esta madrugada no fue una excepción. Los 18 puntos y 13 rebotes en 30 minutos sobre el parqué dan fe de ello.