Partido de mucha dureza el disputado esta madrugada en Memphis, donde los Grizzlies tuvieron que emplearse a fondo para derrotar a Charlotte Hornets (113-107) y así poder conseguir su tercera victoria consecutiva en esta fase regular de la NBA.

Los osos salieron a morder desde el principio

Un 9-0 de parcial en los primeros tres minutos de partido, hicieron presagiar una victoria clara por parte de los locales ante unos Hornets que pisaron el parquet con la mente aún en los vestuarios. Con el paso de los minutos, el dominio parecía seguir su curso, pues Memphis alcanzó la barrera psicológica de los diez puntos sobre su rival a falta de 1:48 para el final del primer cuarto (24-14), con Tony Allen y Zach Randolph como estandartes en ataque (siete y seis puntos respectivamente). Kemba Walker era el único por entonces en aguantar el chaparrón para los Hornets y con trece puntos, logró reducir la diferencia a tan sólo cinco puntos (26-21) a la conclusión del periodo.

El equipo de Jordan despertó

A raíz del segundo cuarto, la franquicia de Charlotte no se arrugó y consiguió mantenerse en distancias cortas ante su rival, aplicando una defensa férrea y posesiones largas en ataque. De esta manera, jugadores como Lance Stephenson y Al Jefferson (diez puntos en el segundo cuarto) empezaban a sintonizar su mejor juego y meterse de lleno en el partido. Con 47-45 se llegaba al descanso y un partido con mucho camino por recorrer.

Tras la reanudación, aparecía la figura de Kemba Walker. Ocho puntos en el tercer cuarto para alcanzar los 28 y las siete asistencias en total para así otorgarle la primera ventaja a su equipo durante el partido a falta de 7:18 para el final del periodo, con una asistencia para que Al Jefferson anotase un tiro en suspensión. El guión del encuentro siguió el ritmo marcado por los Hornets, un ritmo lento, capaz de pelear de tú a tú en la cancha de unos Grizzlies que habían dejado su espíritu luchador tan carácterístico en el olvido. 22-27 de parcial en el tercer cuarto y 69-72 en el global a falta de doce minutos por disputar, doce en teoría.

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El momento de Gasol

Parece raro leer una crónica de los Grizzlies y no encontrar el nombre de Marc Gasol hasta bien avanzado el partido. En este choque, su aportación individual era escasa, con apenas siete puntos y un rebote pero fue en este momento cuando apareció el capitán del barco, en el momento decisivo. Con siete puntos en el último cuarto y una lección magistral de movimientos en la pintura, Marc puso por delante a su equipo en la fase final del duelo, aunque haría falta un último empujón para llevarse el gato al agua. Y esto se debe a la consistencia de los Hornets, que con una canasta de Gerald Henderson conseguía igualar el partido a 92 y forzar la prórroga.

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'Clutch Time'

La hora de la verdad llegaba con la prórroga en el Fedex Forum, donde la franquicia de Tennessee tendría que hacer valer su condición de local para llevarse un partido a priori fácil de vencer, pero que con el paso de los minutos, la victoria tendría un sabor muy importante.

En estos cinco minutos, los Hornets parecían abonados a la victoria gracias a dos tiros libres de Kidd-Gilchirst a 23 segundos para terminar el choque (99-102), pero un triple de Vince Carter puso de nuevo las tablas en el electrónico a falta de cuatro segundos para el final. Gerald Henderson lanzó y falló. 102-102 y otra prórroga más.

En esta segunda prórroga, Marc y Conley llevaron la batuta del equipo, y con 19 y 20 puntos respectivamente dejaron la victoria en casa de forma merecida y más sufrida de lo normal.

Tras este partido, Los Grizzlies se aúpan en segunda posición de la Conferencia Oeste con un récord de 18-4, mientras que Charlotte Hornets reza un récord de 6-16 en la Conferencia Este.