Chicago Bulls mira al frente. Tras su derrota frente a los enrachados Warriors, los Bulls sumaron su tercer triunfo seguido. Sin jugar bien. Aunque eso no le importa a Tom Thibodeau. Esta vez el descanso dictaminó sentencia. La salida del vestuario de los visitantes les sentó bien. Mike Dunleavy anotó 19 puntos en el tercer cuarto para romper el encuentro. Eso y el regreso de la defensa identificativa de Chicago. De esta manera nublaron la vista de unos Heat abrumados y sin Chris Bosh.

Erial de juego y puntos

Miami llegaba al partido con dos bajas importantes: Chris Bosh y Josh McRoberts. Dos ausencias devastadoras para el juego interior local. Desde el principio fue plausible. Pau Gasol y Taj Gibson hicieron y deshicieron a su antojo. Rebotes, jugadas al poste, puntos e intimidación. Las tres pérdidas iniciales y un parcial de (2-10) fue suficiente. Erik Spoelstra paró el partido. Un tiempo muerto que dio mucho oxígeno a su equipo.

Los Heat comenzaron a mover el balón con celeridad. De esta manera sacaron de sitio a los pívots visitantes. Dejando inoperante el sistema defensivo de Thibodeau. Asimismo Jimmy Butler y Derrick Rose no tuvieron su noche en el tiro. De hecho se marcharon al descanso con un (2/12) en tiros de campo. Un contexto que permitió la ventaja de Miami en el marcador al término de los primeros doce minutos.

Los bajos porcentajes de tiro y los problemas de faltas de Rose precipitaron dos cosas. La primera de ellas supuso la mayor diferencia a favor de Miami. La otra la entrada anticipada de Aaron Brooks. El base es un alma libre en el meticuloso sistema de Chicago. Un soplo de aire fresco. Ocho puntos con dos triples incluidos dieron otro aire al encuentro. En medio del festival de balones perdidos y desacierto a canasta apareció la defensa. Los de Illinois comenzaron a defender. Defensa extensiva. Asfixiante. Sin huecos. Miami, en bonus rápidamente, no pudieron mantener el resultado y se fueron abajo tras los dos primeros cuartos.

Dunleavy toma Miami en doce minutos

Un cuarto le bastó a Chicago o más concretamente al alero de los Bulls para finiquitar el encuentro. El de la Universidad de Duke revolucionó el partido a base de canastas rápidas primero, y de triples después. Además el cuadro visitante noqueó en ataque a su rival. Prueba de ello es 35% de acierto cara al aro - la peor marca del curso -  de los Heat. Mientras Dunleavy se iba con 19 puntos - no había anotado antes - tras el cuarto.

Con estos ingredientes comenzó a cocinarse a marchas forzadas la derrota local. Con paciencia ofensiva tras la ventaja obtenida Chicago se marchó hasta los 33 puntos en el cuarto. Incluído un parcial de (6-16) capitaneado por Dunleavy. Tan solo Deng encontró respuestas para su equipo. El ex de los Bulls anotó 17 tantos para los de casa. 

El último cuarto estuvo de más. Y tan solo sirvió para maquillar el resultado y las estadísticas de varios jugadores. Por ejemplo la de Rose, que tras un partido nefasto en ataque, se marchó hasta los 14 puntos. También para que los menos habituales - Moore, Mohammed y Bairstow - disputaran minutos en un choque desigual y decidido.