Al fin hay buenas noticias para los Wolves. Tal y como ha indicado Flip Saunders en sus declaraciones al Star Tribune, Ricky Rubio podrá volver a entrenarse con sus compañeros en unas dos semanas. Aún así, el base catalán no podrá volver a jugar hasta enero, pero esta aceleración del proceso de recuperación ha hecho que la franquicia de Minneapolis no acuda al mercado en busca de un sustituto temporal.

Ricky sufrió un fuerte esguince de tobillo el pasado 7 de noviembre en el choque ante los Orlando Magic, y desde entonces se ha perdido los 12 partidos que ha disputado Minnesota. Hasta el momento, el español estaba promediando 9,4 puntos y 10 asistencias por partido.