En Dallas saben cómo se juega a esto del baloncesto y casi siempre realizan los movimientos adecuados para cubrir todas las necesidades de la plantilla. Pero nadie esperaba que se catapultasen de esta manera ni que incorporasen a jugadores tan importantes en la mejor liga del mundo.

Una lucha encarnizada por entrar en los Playoffs

Los Dallas Mavericks se presentaban en el nuevo año con un récord de 18-15 y expectativas de poder conseguir un buen puesto en el Oeste. E hicieron todo lo posible por estar en la pelea. En lo que restaba de temporada, 31 victorias y 18 derrotas, lo que les situaba octavos en la Conferencia Oeste. Y es que el equipo comandado por José Manuel Calderón encontraba la fórmula para ganar a sus competidores con un baloncesto atractivo con Monta Ellis, Dirk Nowitzki, Vince Carter y Shawn Marion a la cabeza.

Foto: rantsports.com

La serie de primera ronda más emocionante

Era la hora de la postemporada y Dallas como octavos del Oeste se enfrentaban a los primeros, San Antonio Spurs. En un principio la eliminatoria parecía decantada del lado de los Spurs con la primera victoria en casa. Pero en El Álamo los Mavericks se reponían y le endosaban un 92-113, recuperando el factor cancha. El tercer encuentro en Dallas prometía ser interesante, y así fue. Una canasta de Vince Carter en el último segundo daba la victoria a los de casa y ponía la eliminatoria 1-2 a su favor.

Tras ese revés los Spurs fueron capaz de sobreponerse y vencieron en los dos próximos encuentros recuperando el factor cancha y poniendo la eliminatoria 3-2. La última esperanza Maverick residía en vencer el sexto partido en casa y lo hicieron, la serie quedaba empatada a tres con el último encuentro fuera de casa. Y los Mavericks no tuvieron opción, San Antonio dominó el partido y venció 119-96 para echar a los de Rick Carlisle de los playoffs y clasificarse para la siguiente ronda. Finalmente, acabarían siendo campeones de la NBA.

Dos grandres traspaso veraniegos

Parecía un verano calmado en Dallas, los jugadores no se veían afectados por las lesiones y el equipo había dado todo la temporada pasada. Pero en las oficinas se cocían algunos de los cambios más sonados del periodo estival. A finales de junio, los Mavericks mandaban a José Manuel Calderón, Wayne Ellington, Shane Larkin y Samuel Dalembert a los Knicks a cambio de Raymond Felton y Tyson Chandler. Ambos habían pertenecido a la franquicia de Texas y Chandler había conseguido el anillo de 2011. Y a medidados de julio realizaban una oferta de tres años y 46 millones al agente restringido Chandler Parsons. Los Rockets decidían no igualarla y se convertía en nuevo miembro de la plantilla.

Por otra parte Orlando Magic cortaba a Jameer Nelson y los de Texas decidían adquirirlo a finales de julio. Junto a él llegaban Al-Farouq Aminu y Greg Smith. Por último, pocos días después, Dirk Nowitzki renovaba con Dallas por tres años y 25 millones. Algo importante se estaba construyendo.

Un equipo sin techo y con nuevo base

La temporada 2014-15 comenzaba con grandes expectativas tras las últimas adquisiciones y su entrenador Rick Carlisle ha sabido ensamblar todas las piezas y registar victoria tras victoria. Acaban el año con un récord de 23-10 y si es posible, una mejora en su juego. Aún así, la franquicia siempre busca cómo mejorar el equipo, y realizaron uno de los traspasos más importantes de todo el año. Los Mavericks conseguían a Rajon Rondo junto a Dwight Powell a cambio de Jae Crowder, Brandan Wright, Jameer Neslon y rondas del draft.

Dallas posee el mejor ataque de la liga siendo primeros en eficiencia ofensiva y tras este movimiento solo se espera que ese número crezca. Ahora mismo, tienen una de las plantillas más completas y profundas de la liga. Es un equipo ambicioso que no le teme a nada y que ya ha ganado a equipos como Spurs, Bulls, Raptors y Grizzlies.