Kobe Bryant no es el jugador que era, eso está claro. Será complicado volver a verle batir algún récord anotador en un partido, sobre todo porque ya los ha batido casi todos. Pero su conocimiento del juego va más allá de su voracidad anotadora, y la pasada madrugada lo demostró batiendo su récord personal en asistencias. Kobe repartió 17 pases de canasta en la derrota de los Lakers frente a los Cavaliers en el Staples Center, superando su anterior tope de carrera de 15 asistencias, conseguido en 2002, curiosamente, frente a los Wizards de un Michael Jordan que jugaba los últimos partidos de su carrera.

A Kobe Bryant siempre le ha acompañado una fama de egoísta que, en parte y en atención a las estadísticas, tiene algo de injusta. Es cierto que es un anotador irremediable y que su primera elección suele ser jugársela, pero su promedio de carrera en este aspecto del juego es de casi cinco asistencias por partido. Además, en las últimas temporadas, lastrado por las lesiones y limitado en su capacidad anotadora, supo reconvertir su juego y consiguió promedios por encima de las seis asistencias.

La presente temporada está siendo complicada, tanto para los Lakers como para el propio Kobe. Sin opciones reales de playoffs, Byron Scott está dosificando a su jugador franquicia y leyenda viva de los Lakers, que a sus 36 años y en los partidos en los que no toca descansar, sigue dando clases magistrales de baloncesto como la de la pasada madrugada frente a los Cavaliers, con 19 puntos y 17 asistencias.