Larry Sanders, uno de los espíritus más rebeldes de la NBA, sigue dando disgustos a su equipo, los Milwaukee Bucks. Tras un largo historial extradeportivo, el pívot ha sido ahora sancionado por violar el Programa Antidrogas de la liga, y se perderá un mínimo de diez partidos.

La suspensión de Sanders comenzará el próximo 19 de enero, día en el que los Bucks recibirán en su cancha a los Raptors de Toronto. Esta sanción se alargará todo el tiempo necesario para que el jugador cumpla un programa de tratamiento y rehabilitación.

La historia de Sanders es la de un jugador cuyos problemas fuera del parqué (fiestas, drogas, peleas...) han acarreado múltiples sanciones y críticas. Es un jugador con potencial y especialmente brillante en defensa, pero su rebeldía está lastrando su carrera. La noticia de una nueva sanción llega después de una etapa de idas y venidas con Milwaukee, estando incluso apartado del equipo varios días. El periodista Gery Woelfel, del Journal Times, llegó a afirmar que el jugador había comunicado a la franquicia su deseo de dejar el baloncesto. Una historia de nunca acabar.