La familia es lo primero, dicen. Y ahora parece que en la NBA las personas del mismo linaje coinciden más de lo habitual. A los casos de los gemelos Markieff y Marcus Morris, que juegan en los Phoenix Suns, o al más que probable encuentro de los hermanos Gasol como titulares en el All-Star, se han unido los Rivers. Doc, padre y entrenador de los Clippers, y Austin, hijo y jugador, han hecho historia al ser los primeros que llevan su relación paternofilial a las canchas defendiendo los mismos colores.
Austin Rivers fue traspasado hace dos días a Los Angeles Clippers a través de una operación a tres bandas en la que Boston Celtics y Phoenix Suns fueron los otros implicados. Así, recaló en el prometedor equipo de su padre, Doc, que aspira al anillo desde que Blake Griffin y Chris Paul están al mando.
Austin aún no ha despuntado en la NBA, pero consiguió hacerse un hueco en la rotación de su anterior equipo, New Orleans Pelicans. Esta es su tercera temporada en la liga, y sus promedios de carrera son 6,9 puntos, 2,3 asistencias y 1,8 rebotes en 21,3 minutos por noche. Su debut con el equipo de Los Angeles fue, sin embargo, discreto y amargo. No anotó ningún punto, dio una asistencia y falló sus cuatro tiros de campo en los 11 minutos y medio que estuvo sobre el parqué. Además, los Clippers cayeron ante Cleveland por 121-126.
No es la primera vez que se ve a Doc y Austin juntos bajo los focos de la NBA. Ya ha habido ocasiones en las que padre e hijo tuvieron que enfrentarse con Clippers y Pelicans, e incluso en el draft de 2012, donde fue elegido Austin, se pudo ver a ambos celebrando efusivamente el ingreso del jugador en la liga.