En el Oracle Arena de Oakland se veían las caras dos conjuntos llamados a pelear por los primeros puestos de sus respectivas conferencias, Golden State Warriors y Chicago Bulls. Los locales llegaban al encuentro inmersos en una racha de 19 victorias consecutivas en su cancha, donde tan solo habían ganado los San Antonio Spurs a comienzo de temporada. Por su parte, los hombres de Thibodeau querían volver a la senda del triunfo, después de su derrota en la jornada del domingo ante Miami Heat.

Ambos técnicos presentaban bajas importantes. Steve Kerr no podía contar con Andrew Bogut, pieza clave de los Warriors en el juego interior, baja de última hora por fiebre. Mientras que los Bulls tenían las ausencias de Jimmy Butler y Mike Dunleavy, cuyo puesto en el quinteto titular lo ocuparían Tony Snell y Kirk Hinrich. Estos dos equipos ya se habían visto las caras en el pasado mes de diciembre, aunque en aquella ocasión en el United Center de Chicago, con victoria para el conjunto californiano.

Llovían las canastas

En los primeros compases del encuentro las canastas se sucedían por parte de ambos equipos, con Klay Thompson, que anotó los primeros cinco lanzamientos que intentó, y Derrick Rose llevando la manija anotadora. Golden State tomó el mando del juego, con un gran Curry en la dirección, disfrutando de las primeras ventajas de la noche, 19-12.

El conjunto de Chicago tenía menos acierto en el tiro a canasta, pero se mantenía vivo en el choque gracias al rebote, con Gasol y Noah dominando la pintura. Con el paso de los minutos, los Bulls ajustaron varias piezas en defensa que frenaron el ritmo anotador de unos Warriors que llegaban al final del primer cuarto con ventaja en el marcador, 35-29.

Aparecen las defensas

Después de unos primeros doce minutos cargados de intensidad, los pupilos de Thibodeau bajaron el ritmo del juego a base de defensa. Rose seguía llevando la manija anotadora, mientras que Gasol, Noah y Gibson se encargaban de frenar las embestidas de los locales.

Los hombres de Kerr controlaron la ventaja en el marcador, a pesar de no contar con una gran aportación de los hombres del banquillo en esta primera parte. La aparición de Barnes, con ocho puntos de manera consecutiva, aumentaba la diferencia, aunque un parcial de 10-0, favorable a los Bulls, reducía la ventaja hasta los cinco puntos, 56-51, antes de llegar al descanso.

Máxima igualdad

Tras el paso por los vestuarios el encuentro se igualó aún más. Los locales se centraron en frenar la sangría del rebote, liderados por un gran David Lee (24 puntos y nueve rebotes). Rose (30 puntos), excelente en la anotación pero horrible en la dirección, 11 pérdidas y tan solo una asistencia, contó con la ayuda de Gasol (18 puntos, 16 rebotes y ocho asistencias) y Noah (18 puntos y 15 rebotes) en la faceta ofensiva, llevando a los suyos hasta el liderazgo en el marcador, 73-75, en las postrimerías del tercer cuarto.

Golden State llegaría al último periodo con una ligera ventaja en el electrónico, 81-79, después de ver como bajaban sus porcentajes de acierto en el tiro a canasta, debido a la férrea defensa visitante. En el aspecto anotador, Thompson (30 puntos y 10 rebotes) y Curry (21 puntos y nueve asistencias) seguían llevando la manija, bien secundados por Lee, que anotó 18 de sus 24 puntos en la segunda parte.

Rose lideró el triunfo de Chicago con 30 puntos (Foto: nba.com)

Ya en el último cuarto, los hombres de Steve Kerr llegaron a tener una ventaja de diez puntos, 93-83, pero como ocurrió durante toda la noche, los Bulls, a base de defensa, volvieron a meterse de lleno en el encuentro, con un gran Pau Gasol, dominando el juego en ambos lados de la cancha. Con 105-104 en el electrónico y posesión para Warriors, Curry perdió un balón clave, que acabaría en canasta de Hinrich, poniendo el 105-107 a falta de quince segundos para el final. Iguodala falló el triple que le hubiese dado la victoria a los de Oakland, pero aparecería Draymond Green (10 puntos y nueve rebotes) para mandar el partido a la prórroga con un gran palmeo ante la defensa de Gasol y Noah.

Prórroga

En el tiempo extra la intensidad defensiva aumentó, con ambos equipos sufriendo para anotar. Rose cogió el mando del partido, poniendo a los suyos con ventaja, 111-113, gracias a una gran canasta a falta de poco más de siete segundos para el final. Los Warriors volverían a tener la última posesión para ganar el partido o para forzar una segunda prórroga. Thompson, sobre la bocina, tuvo la oportunidad de alargar el encuentro cinco minutos más, pero en esta ocasión no estuvo acertado, certificando así la el triunfo de Chicago Bulls, 111-113.

El conjunto del estado de Illinois se convertía en el segundo equipo que lograba salir victorioso del Oracle Arena, donde tan solo habían ganado los actuales campeones, los San Antonio Spurs, y en el primer equipo de la Conferencia Este que derrotaba a los Golden State Warriors (récord de 14-0 ante equipos del Este hasta esta jornada).

Con este triunfo, los hombres de Thibodeau vuelven a la senda de la victoria, manteniendo el cuarto puesto de la clasificación en la Conferencia Este, con una cómoda ventaja de tres partidos con el quinto clasificado y a tan solo un partido y medio del segundo puesto. Por su parte, Golden State conserva la primera plaza de la Conferencia Oeste y de la liga, con un gran récord de 36-7.

Ambos equipos jugarán su próximo partido lejos de sus aficionados. Chicago Bulls volverá a la acción en la jornada del jueves, visitando la cancha de Los Angeles Lakers. Mientras que Golden State Warriors tendrá que viajar hasta Utah para medirse a los Jazz en la noche del viernes.